Clarín consultó fuentes expertas en virología, infectología y cardiología para tratar de responder al interrogante. Los factores asociados al Covid y cuán frecuentes pueden ser.
Sería más fácil explicar la muerte del periodista y conductor Mauro Viale si no hubiera una maraña de interrogantes alrededor del coronavirus. La duda más elemental será respondida pronto, cuando el parte médico de la clínica Los Arcos explique cómo fue la cadena de eventos que en un abrir y cerrar de ojos transformaron una neumonía bilateral en un paro cardiorrespiratorio. Las otras preguntas son más complejas: ¿Cuán frecuentes son los efectos adversos del Covid en el sistema cardiovascular? ¿A quiénes les tocan? ¿Por qué?
Los expertos de las especialidades involucradas (virología, infectología, cardiología) saben de la estrecha relación entre las infecciones virales y las afecciones cardiovasculares. No es novedad. Se vieron miocarditis consecuencia del SARS1 y ya está asumido que el cruce entre SARS-CoV-2 y, por ejemplo, los accidentes cerebrovasculares (ACV) son nueve veces más frecuentes que los que ocurren por influenza, o sea, gripe.
De hecho, la Fundación Cardiológica Argentina informa que el 2% de los pacientes que llegaron a los hospitales con Covid tenía ACV. En la mitad de esos casos, el ACV fue su primer síntoma de coronavirus. El 45% no tenía ningún factor de riesgo asociado. El 35% murió.
¿Pero qué le pasó a Viale? Los rumores corren, a falta de un parte oficial. Por estas horas se insinúa la presencia de coágulos pulmonares que habrían causado su muerte. Un cuadro relativamente frecuente de tromboembolismo pulmonar (o trombosis venosa).
Hay que remontarse un año atrás para leer los primeros reportes que hablaban de “microcoágulos” en los pulmones de personas fallecidas por Covid. Una vez generado, el coágulo se desplaza por el sistema circulatorio y es capaz de obstruir el flujo regular al nivel cerebral o del corazón.
De hecho, la proliferación de estos casos llevó a que uno de los medicamentos casi “obligados” de los pacientes internados por Covid sean anticoagulantes.
¿Recibió Viale esa medicación o qué le pasó?
Una fuente ligada al caso, que pidió reservar su nombre, confirmó que el periodista “se había vacunado el jueves y el viernes a la noche tuvo fiebre. El sábado se internó por desaturación con neumonía bilateral, que se corrigió con oxígeno a bajo flujo. Luego de quedar monitoreado en terapia intensiva hasta el mediodía del domingo, con total estabilidad y saturando adecuadamente con muy poco oxígeno, pasó a piso”.
Luego, “sin fiebre, saturando bien e interactuando con médicos, kinesiólogos y hablando por teléfono, cosa que hacía permanentemente desde el momento de ingreso al sanatorio, hizo un cuadro de muerte súbita que no pudo revertirse a pesar de las maniobras de resucitación”.
Dejando de lado los absurdos cuestionamientos que sugieron en estas horas respecto de la vacunación, los indicios, como se esbozó arriba, apuntan a un cuadro de tromboembolismo pulmonar que, de uno u otro modo, pasó inadvertido frente al personal médico, y que ya es frecuente en casos de Covid.
Tanto, que ya en abril de 2020, un estudio de los hospitales universitarios españoles Vall d’Hebron y Germans Trias i Pujol, describió que uno de cada cuatro pacientes graves con coronavirus tenían trombosis venosa o pulmonar. Sin embargo, el cuadro era asintomático en el 62% de los pacientes.
Clarín había profundizado en agosto acerca del desafío que les está representando a los médicos de todo el mundo determinar a tiempo los efectos y las secuelas silenciosas del Covid en materia cardiovascular, incluso en pacientes que atraviesan la infección sin síntomas.
Jorge Quarleri, bioquímico, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS, de la UBA-CONICET), explicó que “los casos de miocarditis en pacientes con Covid son un hecho concreto. En una revisión reciente de los análisis clínicos, se reportó que en 26 estudios que incluyeron 11.685 pacientes, la prevalencia de lesión miocárdica aguda fue del 20%, si bien varió del 5% al 38% según los criterios utilizados».
«Ahora bien, las razones que la desencadenan no son totalmente claras y se barajan diferentes posibilidades que no son excluyentes entre sí”, agregó.
En este punto, Tartaglione aclaró que «miocarditis y trombosis no son la misma cosa… mientras los casos de miocarditis pueden ser provocados por gripe o Covid, en el caso de Viale pareciera haber algo de tipo hematológico, que generó una trombosis”.
El “porqué” de estos cuadros no pudo ser respondido del todo por los expertos. La mayor duda es si los trombos son consecuencia “directa” del Covid o, en cambio, producto de la llamada “tormenta de citoquinas”, esa suerte de “autoatentado” del organismo, causado por una respuesta desmedida contra el SARS.
Quarleri explicó que parte del debate es cuál es la causa y cuál, la consecuencia, pero “la literatura contempla la posibilidad de ‘ligar’ la lesión miocárdica con la hipercoagulabilidad y los trombos”.
¿De qué manera? Según aclaró, la coagulopatía en pacientes infectados se puede dar por trastornos al nivel de las células que tapizan nuestros vasos sanguíneos (endotelio vascular), y que al infectarse con SARS-Cov-2 intentan “repararse”, evento que podría desencadenar una cascada de coagulación. Por otro lado, esa “cascada” puede verse magnificada por la propia respuesta inmune del organismo.
Los “blancos” de estos coágulos pueden ser diversos. Sin dudas cabe preguntarse (como se preguntó Quarleri) si es posible que un paciente no crítico como Mauro Viale tenga un tromboembolismo pulmonar.
La respuesta es certera: «Definitivamente sí, como podría haber tenido un ACV o un infarto agudo de miocardio. Son consecuencias que pueden ocurrir”.
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