Son oriundos de Formosa y se encuentran cerca de El Tunal. Viven sin luz, con un solo sanitario y algunos duermen a la intemperie.
Al menos treinta personas, la mayoría oriunda de la provincia de Formosa, fueron asistidas por la Policía de Salta al solicitar una de ellas -telefónicamente- asistencia humanitaria por estar soportando condiciones infrahumanas de contratación por parte de una empresa dedicada al cultivo de limón, cuya explotación está ubicada dentro de la jurisdicción de El Tunal.
Tras un alerta que recibió el Sistema de Emergencias, personal policial se desplazó hacia un supuesto hospedaje, a cargo de una mujer cuyas siglas responden a A.C. Allí el personal verificó que en el lugar se encontraba un grupo de personas que manifestaba la necesidad de ropa de abrigo, ya que estaban pasando frío y no tenían mantas siquiera.
Uno de los entrevistados por la fuerza del orden aseguró que llegó al lugar procedente de la provincia de Formosa. El joven denunció que reside en dicho local junto a un grupo de más de 30 personas, las cuales trabajan en la cosecha del limón para la empresa propietaria de una plantación del citrus, y que la totalidad del grupo se encontraba en condiciones indignas e infrahumanas en el interior de una sola vivienda, con un solo sanitario, sin luz, sin abrigo y sin agua caliente siquiera.
Con esos datos, la policía a posteriori realizó un patrullaje por el lugar. Allí fueron informados por un joven, quien se identifico como José, el que denunció que en una construcción había incluso un hombre durmiendo a la intemperie, y que ese grupo de personas (trabajadores golondrina) está viviendo en condiciones deplorables.
Con los datos recabados, la policía volvió al lugar denunciado como un hospedaje infrahumano de peones para recabar más información sobre lo que estaba aconteciendo y allí el grupo de cosecheros hizo conocer la entidad de la queja y las malas condiciones en las que viven para poder trabajar.
De la entrevista con la policía, los denunciantes manifestaron sentirse disconformes y en total estado de abandono y señalaron que en el lugar habitan más de 30 personas, quienes cuentan con un solo baño e incluso desde el mes de mayo no tienen luz eléctrica ni comodidad alguna y que estarían siendo prácticamente esclavizados. Los peones formoseños dijeron que deben rogar a una vecina para que les pase un poco de energía eléctrica, y que la mujer encargada de ellos no les da soluciones.
Esta práctica ya tiene antecedentes en la zona, cosecha tras cosecha.
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