El juez admitió que el máximo tribunal debe estar integrado por mujeres. Rechazó las acusaciones de falta de idoneidad moral para ocupar el cargo. También hizo referencia a la ampliación de la Corte.
El juez Ariel Lijo pasó sin mayores sobresaltos la audiencia pública convocada por el Senado para defender su nominación a la Corte Suprema de Justicia, se defendió de las acusaciones sobre la falta de idoneidad para cubrir el cargo, negó ser «cómplice de un delito» al aceptar la postulación a un lugar que le correspondería a una mujer y evitó fijar una posición sobre la ampliación del máximo tribunal.
Durante su paso por el Congreso, Lijo respondió sobre la ampliación de la Corte y aclaró que no tiene una posición tomada. «En Argentina ha funcionado con distinta cantidad de miembros y los problemas no son derivados de la cantidad de miembros, que son cuestiones que debe evaluar el Parlamento”, dijo el magistrado ante una consulta del senador peronista Sergio Uñac.
En cambio, el juez de Comodoro Py sí opinó sobre el fallo de la Corte que suspendió la ley del Consejo de la Magistratura aprobada durante el kirchnerismo. Fue ante una consulta de la ultra K Juliana Di Tullio que Lijo apuntó que «la Corte puede establecer mecanismos, parámetros, imponer la búsqueda de una solución, lo que no puede es imponer una solución». Pareció un tiro por elevación para los integrantes de la Corte actual, que declaró inconstitucional la norma que había aprobado el Congreso.
El magistrado respondió sobre los reclamos de las provincias por diferencias en la distribución de la coparticipación. «Es algo que tiene que ver con la interacción del Poder Ejecutivo, Legislativo y las provincias. Es un problema que la política debe trabajar para llegar a un consenso por unanimidad o mayoría. No es el Poder Judicial el que tiene que resolver la categoría de los conflictos», se posicionó.
Sin embargo, evitó fijar posición sobre la reglamentación que se estableció para la aprobación legislativa de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y ante la consulta del senador Pablo Blanco sobre el DNU 70/23, que fue rechazado por el Senado y espera la definición de Diputados, se excusó diciendo que «no es una evaluación que haya hecho».
Paridad de género
Una de las preguntas que más se repitió estuvo vinculada con el cumplimiento de la paridad de género en la Corte y Lijo cedió que el máximo tribunal tiene que estar integrado por mujeres aunque aclaró que «no» es suya la decisión de postularlo al cargo o de cumplir con el cupo.
En su exposición, Lijo habló de avanzar en un sistema judicial «más proactivo”, aunque algunos senadores se encargaron en remarcar que su juzgado es «uno de los más ineficientes de Comodoro Py». Pero eso no le impidió plantear que «la Corte debe tratar de trabajar en procesos de modernización de la Justicia» y consideró que «hay que dinamizar los procesos de producción de sentencia».
«Es importante para mí trabajar con el Congreso, en mecanismos que simplifique y bajen el nivel de litigiosidad que llega a la Corte por diversas vías», transmitió el candidato, quien también planteó facilitar los recursos que se tramitan ante el máximo tribunal.
Durante la audiencia se leyeron 182 preguntas variadas para el juez y candidato. Las consultas iban desde si un magistrado debe jubilarse a los 75 años, si está de acuerdo en pagar el impuesto a las Ganancias y si alguna vez recibió regalos o atenciones en su función.
Aunque lo más interesante comenzó con las preguntas de los senadores y la ronda comenzó con Carmen Alvarez Rivero y Carolina Losada, dos legisladoras que son parte de los denominados bloques dialoguistas, pero que están en contra de su nominación a la Corte.
Las preguntas de los senadores
La cordobesa Alvarez Rivero, que responde a Luis Juez, aprovechó su intervención para acusar a Lijo de «haber contribuido a la impunidad» por haber «dilatado las causas por corrupción». Así fundamentó su pregunta sobre la idoneidad del candidato para ocupar un cargo en el máximo tribunal.
«Rechazo por infundada mi supuesta falta de idoneidad moral. Efectivamente fui denunciado, sistemáticamente y por temas que ya ocurrieron», contestó Lijo, quien resaltó que fue investigado durante 3 años y «nunca encontraron nada, las imputaciones originales eran falsas». También dijo que es «mentira» que haya sido defendido por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. «No tuve abogado defensor porque nunca tuve una imputación», precisó.
Uno de los momentos más tensos se vivieron cuando Losada le remarcó que es uno de los 3 jueces más denunciados de Comodoro Py, le indicó que tiene 33 denuncias de corrupción en el Consejo de la Magistratura y 66 causas que duermen en su juzgado por más de 10 años.
Además, la senadora le insistió sobre la falta de equidad de género en la Corte. «La cuestión de género no es solamente enunciativa, es algo más concreto, son políticas más activas», fue la primera la primera respuesta que ensayó el candidato, quien frente a la insistencia de la periodista por la falta de mujeres terminó diciendo: «No es una respuesta que deba dar».
Cuando el senador peronista Sergio Uñac le preguntó sobre cómo puede mejorar la Justicia, Lijo planteó la posibilidad de «simplificar los recursos a la Corte» y habló de «segmentar la posibilidad de respuesta ante las distintas categorías de conflictos, para hacer más eficiente el funcionamiento del tribunal”.
La camporista Anabel Fernández Sagasti quiso saber qué posición tenía sobre el proyecto de dolarización del Gobierno y el artículo de la Constitución que establece la defensa del valor de moneda es competencia del Congreso. Lijo respondió que tiene una idea formada y confirmó que el parlamento «tiene una función específica que puede ejercer y el resultado de esa situación tiene que ser revisado judicialmente».
La próxima se reunión será el miércoles cuando se realizará la segunda audiencia pública en la que defenderá su candidatura Manuel García-Mansilla, el otro candidato de Milei.
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