Bernarda Llorente aprobó un Reglamento que prohíbe realizar críticas a la agencia de noticias estatal y a sus autoridades. Lo suspendió por el rechazo al control en redes de sus empleados.
El directorio de Télam, que preside Bernarda Llorente, aprobó un Reglamento de Conducta para el Personal de la agencia de noticias estatal, que iba a comenzar a regir el 1 de agosto. Pero generó tal polémica, por la restricción de derechos de los empleados, que este martes se anunció la suspensión de su implementación.
Los empleados se opusieron al patrullaje en redes de sus comentarios y los dos principales gremios de Télam difundieron comunicados de rechazo a esa nueva normativa, destacando que su implementación podía afectar “la libertad de expresión”.
Llorente resolvió suspender su aplicación, hasta que «sea discutido y aprobado en conjunto con los sindicatos», dijo la presidenta de Télam a Clarín. Y agregó: «El tema se llevó a paritaria el año pasado y el gremio manifestó que era un tema de dirección que no tratarían. Hubo un cambio de opinión de parte de ellos y a nosotros nos parece importante consensuarlo», aseguró Llorente.
En ese Reglamento de Conducta se le prohíbe a todo el personal de la empresa hacer “comentarios” en medios o en redes sociales que, “de manera directa o indirecta, pongan en riesgo o provoquen un daño a Télam y/o contra el sistema y valores democráticos”.
“¿Criticar en Twitter la gestión de Llorente o la anterior de Rodolfo Pousá, es provocarle un daño a Télam?”, le preguntó a Clarín un empleado que trabaja en la agencia estatal.
El nuevo Reglamento de Conducta de Télam establece sanciones disciplinarias, desde las inasistencias al lugar de trabajo, hasta la mención en notas de productos, marcas y canales de televisión o cadenas de cable, “bajo apariencia de crítica”. También prohíbe realizar publicidad encubierta de las campañas políticas, “sin distinguir información noticiosa de publicidad”.
“Esto es imposible de cumplir, si los mismos jefes nos piden notas favorables al Gobierno y editan las notas para que sean parte de la campaña del Frente de Todos”, se quejó un periodista de Télam. Y agregó: “Estas prohibiciones pueden ser usadas de manera discrecional para perseguir a los periodistas que no les gusten. ¿O van a sancionar a los que a fines del año pasado hicieron el video laudatorio del gobierno?”, se preguntó.
Télam está alineada con un modelo de periodismo militante. Quedó en evidencia, por ejemplo, cuando celebró el primer año del gobierno de Alberto Fernández, en diciembre pasado. En esa ocasión difundió un video de seis minutos celebrando todas las medidas del gobierno nacional, solo con la mirada oficial, sin críticas, pluralismo ni diversidad.
Este lunes Télam difundió en redes sociales una nota titulada «Argentina alcanzó la inmunización del 55% de la población». Y la bajada decía: «Además, las aplicaciones en los mayores de 18 años treparon al 74,35%». Eso es lo que se leía en su cuenta de Twitter. Pero si uno ingresaba a leer la nota, se enteraba que, en realidad, esos porcentajes se referían a los que tenían aplicada la primera dosis, en el marco de un panegírico del plan de vacunación del gobierno nacional.
Llorente resolvió este martes suspender la aplicación del Reglamento de Conducta, ante la contundencia de los reclamos y para evitar un conflicto gremial cuando está arrancando la campaña electoral.
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