Los hechos ocurrieron entre la noche del 2 y la madrugada del 3 de marzo de 2017 en barrio 17 de Octubre.
El Tribunal de Impugnación confirmó las condenas impuestas en febrero de 2020 a los acusados del brutal crimen de Daniela Guantay. La decisión se tomó luego de desestimar los recursos de casación interpuestos por las defensas de los imputados.
El caso, que conmocionó a la comunidad, involucró a seis personas, entre ellas cuatro adultos y una menor de edad. Los condenados son Carlos Alfredo Agüero, conocido como «Chury»; Norberto Silvestre, apodado «Chiqui»; Julio César Monasterio, «Gordo Julio»; Juan Reynaldo Álvarez, «el viejo»; y Griselda Marisel Urzagaste. Todos ellos fueron condenados a prisión perpetua. La menor, también involucrada, fue declarada penalmente responsable.
Los hechos ocurrieron entre la noche del 2 y la madrugada del 3 de marzo de 2017 en el domicilio de Álvarez, en el barrio 17 de Octubre de Salta. Según las pruebas presentadas, los acusados capturaron a Daniela en la vivienda de Álvarez y la sometieron a una serie de torturas brutales. La joven, que estaba bajo el efecto de sustancias estupefacientes, fue amarrada a una silla, golpeada, quemada, abusada y finalmente asesinada. Sus restos fueron abandonados en las márgenes del Río Mojotoro.
La Sala VII del Tribunal de Juicio, compuesta por los jueces Paola Marocco, María Livia Carabajal y Francisco Mascarello, condenó a los acusados a prisión perpetua por homicidio calificado, considerando la violencia de género, el ensañamiento y el concurso premeditado de varias personas. La menor implicada fue condenada como coautora del mismo delito.
El Tribunal de Impugnación, presidido por la jueza Virginia Solorzano y con la participación del juez Luciano Martini, desestimó los recursos de casación presentados por las defensas. La jueza Solorzano argumentó que las impugnaciones solo reflejaban desacuerdo con el fallo original y no aportaban argumentos suficientes para invalidar la sentencia. El juez Martini destacó la atrocidad y crueldad del crimen, subrayando que el caso presenta rasgos excepcionales que justifican la confirmación de las condenas.
Los acusados continuarán cumpliendo sus penas de prisión perpetua, mientras que el testimonio de una testigo clave, que falleció posteriormente a su declaración, fue reafirmado por el Tribunal como válido y fundamental para la resolución del caso.
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