Tras la autopsia, los médicos forenses descartaron la presencia de éxtasis en el cuerpo de Andrés Rodríguez Bonazzi.
Un shock séptico de origen pulmonar fue la causa de muerte de Andrés Rodríguez Bonazzi, el salteño de 36 años que falleció tras asistir a una fiesta electrónica en Tucumán. El fiscal a cargo del caso, Ignacio López Bustos, investigaba la hipótesis de una posible intoxicación con éxtasis, pero la autopsia reveló que no había consumido drogas.
Los resultados toxicológicos, a los que tuvo acceso El Tribuno, informaron que «no se detectaron alcohol etílico ni psicofármacos y drogas de abuso en humor vítreo», aunque si se detectó la presencia de tramadol (un analgésico opioide atípico que alivia el dolor actuando sobre células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro). Tampoco se detectaron psicofármacos y drogas de abuso en muestra biológica.
Cabe recordar que el viernes de enero, Andrés Rodríguez Bonazzi, de 36 años, había concurrido a una fiesta electrónica en Tucumán con su círculo íntimo y tras descompensarse fue internado hasta que finalmente el lunes 22 falleció. El shock séptico que le produjo la muerte, según determinó la autopsia estuvo causado «por la respuesta del huésped a infecciones víricas, bacterianas y fúgnicas (..) un trastorno inflamatorio sistémico que conduce a la insuficiencia de órganos y al fallecimiento».
Lo que dice la autopsia
Los resultados determinaron que «el síndrome de falla multiorgánica es un proceso agudo, secuencial, cuyo rango de severidad se extiende desde una disfunción mínima hasta la franca insuficiencia (…) nos orientamos en el sentido de que la causa que produjo la muerte del causante fue una sepsis a punto de partida pulmonar».
Rodríguez Bonazzi era profesor de educación física, jugador de rugby de Universitario de Salta, campeón de fisicoculturismo y propietario de un gimnasio, además era conocido por su fanatismo al ejercicio y a la alimentación sana.
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