Se trata del joven de 27 años que fue hallado el jueves en un descampado de Pichanal. Los dos imputados se abstuvieron de declarar.
En la tarde de ayer uno de los fiscales que investiga el crimen de Cristian Iván Juárez Iñigo le dijo a El Tribuno que, según datos preliminares de la autopsia, el joven de 27 años fue asesinado de un disparo en la cabeza. Al mismo tiempo, desde la Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas sostuvieron que aún restan algunos estudios para determinar la trayectoria del disparo y el calibre del arma de fuego.
Iñigo fue reportado como desaparecido por su familia luego de haber salido de su casa en el barrio La Loma de esta ciudad el martes 23 de febrero. Al cabo de diez días de búsqueda su cuerpo apareció en un descampado lindante con la ruta provincial 5, a unos 11 kilómetros donde antes habían encontrado su auto totalmente incinerado en Pichanal, cerca del nuevo cruce que lleva a la ciudad de Orán.
Restaban conocerse los datos preliminares de la autopsia para saber cómo asesinaron al joven salteño. Ahora, luego de confirmar que lo mataron de un tiro en la cabeza, hay que esperar otros informes para saber también la data de muerte. La hipótesis de los investigadores es que Iñigo habría sido ultimado adentro de su auto, un VW Voyage, entre la noche del martes 23 y primeras horas del miércoles 24 de febrero.
Luego, según la investigación, el cuerpo fue trasladado unos 11 kilómetros del cruce, por el tiempo transcurrido y la zona montuosa el cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición, con muchas heridas y lesiones producto de los animales salvajes que hay en el lugar. Para los investigadores, al joven lo asesinaron por diferencias económicas.
Sin declarar
El motivo por el que Iñigo salió presuroso de su casa el martes 23 de febrero, cerca de las 18, fue porque algo andaba mal en la compra de una moto y el 08 -documento del rodado- que al parecer los victimarios no le querían dar, entre otras diferencias económicas, según el fiscal Torres Rubelt. «Tanto la víctima como los victimarios formaban parte de un grupo dedicado a trasladar hojas de coca, cigarrillos y ropa», dijo el funcionario del Ministerio Público.
A través del teléfono celular de Iñigo y el de sus victimarios, los efectivos pudieron entrecruzar las llamadas y encontrar a la víctima y también a los presuntos asesinos, quienes fueron detenidos e imputados; ambos se abstuvieron de declarar.
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