El Presbítero de la Catedral Basílica de Salta, Javier Romero, dijo que hay que acatar las restricciones impuestas por el Gobierno pero repudió que se cierren las iglesias porque la fe es un servicio esencial.
«Nos vuelven a decir lo que tenemos que hacer. No jueguen con nosotros”, dijo el sacerdote Javier Romero en el oficio religioso que se ofreció horas después de que el Comité Operativo de Emergencias de Salta anuncie la adhesión al confinamiento.
Aunque pidió ser responsables y acatar la restricción impuesta por el aumento de casos de Covid-19, el cura pidió que “no jueguen con nosotros, no jueguen con la ciudadanía, no jueguen con el pueblo ni con la esperanza del pueblo”.
Lamentó que se vuelva a encerrar a la gente pero que se haya permitido “destruir todo en un año y medio”. “No pararon las marchas ni los actos, dijo Romero y remarcó que “no se desesperen por las elecciones porque también hay que cerrar las elecciones”.
“Creo que no deberían haber cerrado las escuelas ni las iglesias, ni lo gastronómicos. Se podría haber regulado”, insistió el sacerdote.
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