El cortejo fúnebre partió a las 16 hs. desde el IMAC. Ambulancias escoltan el paso de sus restos, los cuales descansarán en el cementerio Santa Teresita. El gobernador Sáenz estuvo presente en la despedida.
Indescriptible fue el dolor que cubrió la tarde de este martes a la ciudad de Salta, cuando a las 16 horas partió el cortejo fúnebre que trasladaba los restos mortales del doctor Sergio Humacata, cuya pérdida ocurrida en la noche del lunes partió el corazón de los salteños, luego que perdiera la batalla contra el coronavirus.
En medio de la congoja más profunda y con la pena aflorando en cada rostro, el cuerpo del secretario de Salud de la Provincia salió desde las instalaciones del IMAC, en calle Islas Malvinas del macrocentro salteño acompañado de una caravana de ambulancias quienes encendieron atronadoramente sus sirenas para despedir al profesional.
El cortejo se dirigió hacia Avenida Sarmiento para parar unos minutos frente al Hospital Señor del Milagro donde sus colegas, amigos de trabajo, familiares y autoridades pudieron darle el último adiós. Al llegar la caravana, los llantos estallaron, tapados apenas por los gritos de tristeza y los aplausos al doctor por haber dado la vida en la lucha contra la pandemia que está castigando Salta.
De entre el público que se encontraba en el nosocomio se asomó el gobernador de la Provincia, Gustavo Sáenz, quien se acercó al rodado para despedir, con su mano sobre el exterior, al secretario. “No voy a hablar”, dijo con voz quebrada a la prensa, tratando de contener su tristeza.
Quien dirigió unas muy breves palabras fue el hermano del doctor, Oscar Humacata. “Le transmito a todos lo que él deseaba, cuidensé mucho, que no sufran como nosotros (por los profesionales de Salud) estamos haciendo ahora; gracias Sergio por haber sido un orgullo familiar, gracias por tantas oraciones, por la confianza depositada en él”, dijo antes de quebrarse.
Algunos profesionales del hospital aprovecharon el momento en que el cortejo se detuvo para pegar fotos, carteles y flores sobre el rodado que tenía el cuerpo del doctor. Quienes no pudieron acercarse aplaudían.
Tras el sentido adiós, la caravana de ambulancias partió nuevamente y esta vez en dirección al cementerio Santa Teresita, donde será el entierro de sus restos.
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