Al finalizar el octavo round, la esquina del británico decidió que su peleador no saldría al combate debido a una aparatosa lesión en el pómulo derecho.
La noche de este sábado 8 de mayo, Saúl “Canelo” Álvarez dio otro golpe de autoridad en su carrera en contra Billy Joe Saunders. En un emocionante duelo que finalizó por la vía rápida, el mexicano lesionó significativamente el rostro de su oponente y lo despojó del cinturón avalado por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en la categoría de peso supermediano. Con ello, logró unificar y se ubicó a un título de ser campeón indiscutible de su división.
En el octavo round, las acciones parecían emparejarse. Con un estilo más frontal, Saunders logró atraer el ritmo de la pelea a su terreno. La agresividad de Canelo fue relegada por un momento. En su intento por dañar el rostro del mexicano, conectó un par de volados fallidos. No obstante, en el segundo de ellos intentó anticipar un gancho por lo que se agachó. El mexicano, tras observar el movimiento, ejecutó un brutal upper que se estrelló sobre su ojo derecho.
El asalto finalizó algunos segundos después. Confiado, Canelo se dirigió a su esquina y cruzó palabras con Eddy Reynoso “creo que le quebré el pómulo. Ya no va a salir”, le aseguró a su entrenador. En el lado contrario del cuadrilátero, el panorama era totalmente diferente. Preocupado, el equipo de Saunders rodeó a su boxeador y examinó a detalle su pómulo derecho. Cuando el juez los llamó de vuelta, la esquina anunció su retiro y el encuentro finalizó.
De acuerdo con medios de comunicación en el Reino Unido, el boxeador fue trasladado de inmediato a un hospital en la ciudad de Arlington. El diagnóstico fue que, luego del brutal impacto sobre su rostro, Billy Joe Saunders pudo haber padecido la fractura del hueso orbital, el cual podría requerir cirugía.
Cómo se vivió la pelea
Luego de la victoria por nocaut de Elwin Soto sobre Katsunari Takayama, los reflectores apuntaron al evento estelar. En punto de las 22:00 horas, Jimmy Lennon Jr. se presentó al ring y, con su icónica voz reconocida en el pugilismo, dio inicio al protocolo. Luego de escuchar el himno del Reino Unido, Ángela Aguilar se apareció en el estadio para interpretar el cántico nacional mexicano. Finalmente, Jennifer Peña hizo lo mismo con el símbolo estadounidense.
El primero en aparecer fue Billy Joe Saunders, aunque lo hizo en solitario, sin la compañía de su esquina, con quienes se encontró hasta el ring. Después de él, Canelo hizo su aparición en el escenario. Con un sarape blanco adornado con el escudo nacional, salió escoltado por un grupo de bailarinas y músicos que acompañaron la intervención de Pepe, Ángela y Leonardo Aguilar.
Lennon Jr. anunció los títulos que se pusieron en juego. El mexicano, por su parte, apostó las fajillas de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la revista The Ring. Saunders hizo lo mismo con el campeonato de la OMB. Luego de ser presentados, ambos boxeadores se despojaron de sus indumentarias no permitidas y se pusieron a disposición del juez.
La campana sonó y los pugilistas comenzaron a moverse por el entarimado. En el primer asalto no hubo tanto intercambio de golpes, pero el británico justificó su petición por un ring más amplio. Frente a los ataques de Canelo, Saunders retrocedió y se movió por las cuatro esquinas esquivando las intenciones de su oponente. En un par de ocasiones, el excampeón de la OMB se encerró contra las cuerdas, pero logró salir.
En el segundo asalto Canelo tomó las riendas del combate. Con la evaluación realizada en el primer round, el tapatío supo en qué momento utilizar su poderosa derecha. En un par de ocasiones impactó la mandíbula de Saunders. En su defensa, el británico recurrió al abrazo para obligar al juez a separarlos. La fuerza de los impactos lo hizo retroceder, de nueva cuenta, y Álvarez comenzó la cacería.
El quinto y sexto round, la poca disposición al contacto cercano de Saunders desesperó a Álvarez, quien perdió el control del combate. Con el mexicano en su terreno, pudo impactar en diversas ocasiones y emparejó la tarjeta de calificaciones. La guardia desmayada se convirtió en la apuesta para retener el título de la OMB, con ello pretendía atraer al mexicano y rematarlo una vez que estuviera cerca y bajara la guardia, pero no sucedió.
El octavo round fue el definitivo. Ante los gestos de burla de Saunders, Canelo levantó los brazos solicitando el apoyo del público. El escándalo no se hizo esperar y el oxígeno necesario para finiquitar la victoria le llegó al mexicano. Con el empuje de los 73,126 asistentes, Álvarez fue al ataque. De nueva cuenta tomó el control de la pelea.
La distancia entre ambos se acortó. Además, la sorpresiva cercanía desconcertó a Billy Joe que, hasta ese momento, había dado con la fórmula para revertir el resultado. En su intento por hacer daño al mexicano, lanzó un par de volados. A raíz del segundo golpe quedó desprotegido y Canelo conectó un upper que le inflamó el pómulo al instante. Después del impacto, el perdedor no tuvo más remedio que alejarse para proteger su lesión.
De acuerdo con el testimonio de Eddie Hearn, director de Matchroom Boxing, empresa promotora del evento, el impacto “rompió su cuenca del ojo” y “no podía ver. Hablé con Mark Tibbs y dijo que no podía ver. No lo dejó salir”.
El certero golpe acercó a Álvarez un paso más a su objetivo planeado para este 2021. Con la unificación de los títulos de la OMB, CMB, AMB y The Ring, puso fin a las polémicas declaraciones de su rival. Además, está posibilitado para retar a Caleb Plant, propietario de la fajilla de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y aspirar a convertirse en el campeón indiscutible de la categoría de peso supermediano.
Agregue un Comentario