Se trata de uno de los casos más estremecedores ocurrido en Salta.
Desde hoy y hasta el 3 de mayo próximo se desarrollará el juicio oral y público por uno de los casos de femicidio más estremecedores y complejos ocurrido en los últimos años en la capital salteña. En el banquillo de los acusados estarán el presunto autor material del crimen y sus dos padres, quienes de acuerdo con la imputación fiscal prestaron toda su colaboración para concretar el «crimen perfecto» y, de esa manera, lograr impunidad, según informó El Tribuno.
El Salón de Grandes Juicios MIGUEL RAGONE de la Ciudad Judicial será el escenario de las audiencias de debate para desentrañar lo que sucedió con Paola Mariana Álvarez, una joven madre que desapareció el 5 de mayo de 2017 y apareció muerta 104 días después cerca del pueblo de La Caldera, en una zona de yungas y de precipicios cubierta por una tupida vegetación. Desde un principio las sospechas se orientaron en torno a Santiago Alfredo Zambrani, un despechado joven que, según los padres de la mujer, la acosaba en forma permanente. En las redes sociales, el imputado se presentaba como el novio de Álvarez.
Para el fiscal de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, el imputado elaboró y ejecutó un plan asesino que tuvo como móvil principal el rechazo de Paola Álvarez a formalizar una relación sentimental que solamente tenía entidad para el imputado. Con este análisis, todo indica que Zambrani la habría asesinado por despecho, aunque los padres de la joven sospechan que pudo haber algo más, que quizás vio «algo que no podía ver» y que en el homicidio pudieron haber participado otras personas. Dejaron entrever que el caso también podría estar relacionado con cuestiones de droga.
La durmieron
En el requerimiento de imputación, el fiscal sostiene que «de lo actuado se tiene entonces acreditado con suficiencia que Zambrani, entre la noche del 5 de mayo de 2017 y la madrugada del día siguiente, en la vivienda ubicada en calle Ramón Valle 64 del Autódromo, resolvió quitarle la vida a la joven Paola Álvarez». Señala que primeramente le habría dado a ingerir (subrepticiamente) una sustancia apta para provocar somnolencia (clonazepam), mezclada con alcohol (cerveza), todo ello tendiente a quebrantar su voluntad o posible resistencia, para luego estrangularla.
Ramos Ossorio consigna en su escrito que la mayor expresión homicida de Zambrani no solo se advirtió en los pasos previos al asesinato y en el crimen mismo, sino en el despliegue que realizó posterior al hecho. En ese sentido, sostiene que para alcanzar impunidad ejecutó la desaparición del cuerpo de Álvarez con la ayuda de sus padres, Amelia Inés Huergo y Alfredo Francisco Zambrani. A ambos les imputó el delito de «partícipes secundarios del delito de homicidio doblemente calificado».
Fue así que en la camioneta Amarok de sus progenitores, Zambrani habría trasladado el cuerpo sin vida de la mujer por el camino de cornisa (ruta nacional 9). El 17 de agosto, a la altura del kilómetro 1.640, en un profundo precipicio, los investigadores encontraron el cuerpo de Paola en avanzado estado de descomposición. Se trata de un lugar de difícil acceso al que se pudo llegar merced al olfato de dos perros preparados para la búsqueda de personas en este tipo de terrenos.
También fueron claves los análisis de contenidos de celulares de los involucrados y filmaciones. Los investigadores pudieron extraer y analizar la cuenta que Zambrani poseía en la red social Facebook, de donde extrajeron mensajes que despertaron las sospechas en su contra. «Hoy he perdido a la persona que más amé en este mundo, no sé por qué ni cómo ahora todos me juzgan y me culpan, ya mi vida no tiene sentido. La encontraré allá arriba, por fin podré estar a tu lado sin importar lo que los otros piensen u opinen. Voy en tu búsqueda», decía uno de los mensajes.
Respecto a los padres, la fiscalía concluyó que estos, en todo momento, decidieron entorpecer la investigación cuando tomaron conocimiento de que su hijo era el principal sospechoso del homicidio.
En tanto que la madre de Paola afirmó que Zambrani planeó su muerte para ocultar otra «cosa grosa». En ese entonces la mujer dijo: «Si era amor lo que sentía hubiera planeado conquistarla con cosas del amor». Y agrego: «Determinamos que Zambrani se dedicaba a la venta de estupefacientes, precisamente pasta base de cocaína, y que en tal faena él incluso se comunicó con otra persona para pedirle que le proporcione algún tipo de sustancia para suministrarle a Paola y se la cambió por droga. Eso se verificó y está plenamente acreditado» .
Podría ser condenado a perpetua
Santiago Zambrani está acusado de “homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género en calidad de autor material”. Podría ser condenado a perpetua.
El Tribunal de Juicio está integrado por los jueces Mónica Mukdsi, Roberto Lezcano y Norma Vera. El Ministerio Público estará representado por Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Paz.
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