El Manya empezó arriba en Chile, pero los locales reaccionaron y lo dieron vuelta para el 2-1 que los deja en lo alto de su zona junto a Paranaense.
Esteban Paredes es un referente dentro de la cancha y también dentro del vestuario de Colo Colo. Esta semana confesó que había tenido que mediar en una pelea entre los argentinos Julio Barroso y Pablo Mouche por una discusión por la reducción salarial como consecuencia de la pandemia. Con sus 40 años da alguna ventaja en cuanto al despliegue, aunque sus posicionamientos y pases suelen ser determinantes.
El delantero ratificó que le alcanza para estar vigente. Su gol de penal, el 2 a 1 en la victoria ante Peñarol, le sirvió para convertirse en el máximo goleador histórico del Cacique en la Copa Libertadores, con 21 conquistas. No es el más veterano en marcar en la historia del torneo: Zé Roberto, ex Palmeiras, en 2017 la metió con 42 años.
No fue el único jugador chileno destacado en el Monumental: el ingreso en la etapa final de Leonardo Valencia, de 29 años, también fue importante porque el local mostró una cara más dinámica y precisa en el ataque, suficiente para dar vuelta el resultado, ya que el Carbonero ganaba con justicia en el primer tiempo (Pellistri, de 18 años, convirtió tras una mala respuesta defensiva).
Valencia no tiene historia en Colo Colo: se había destacado en Universidad de Chile, otro grande trasandino, club del que se debió irse porque el técnico Sebastián Beccacece lo dio de baja por un acto de indisciplina.
La victoria tuvo protagonistas argentinos: Insaurralde no fue muy sólido en defensa pero de cabeza estuvo cerca de marcar. A su lado, Barroso no desentonó. Y Mouche fue parte de la mejor cara de Colo Colo y asistió en el empate de Suazo.
La buena imagen de Peñarol en el arranque, un equipo con sentido colectivo y de transiciones rápidas, se diluyó después. El técnico, Mario Saralegui, pagó el precio de un equipo de jóvenes sin la respuestas para reaccionar en la adversidad.
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