Internos del Servicio Penitenciario de esa provincia son acusados de llevar a cabo un ardid telefónico, simulando ser funcionarios de organismos importantes, con el fin de recaudar dinero ilícitamente.
Internos del Servicio Penitenciario de Jujuy fueron acusados de orquestar estafas telefónicas, simulando ser funcionarios de organismos importantes para recaudar dinero ilícitamente. En una serie de allanamientos dirigidos por la titular de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorissio, se detuvo a dos mujeres vinculadas a esta organización.
Las investigaciones revelaron que los internos del Servicio Penitenciario 1 de Jujuy, junto con cómplices externos, realizaban llamadas telefónicas fraudulentas, conocidas como «vishing», persuadiendo a las víctimas con falsos premios de empresas conocidas para que realizaran transferencias de dinero. Las víctimas, principalmente de las localidades salteñas de San Carlos, Cachi, San Lorenzo y Palermo, fueron engañadas repetidamente.
La Unidad de Investigación U.D.E.C. del Departamento de Investigaciones y Criminología del C.I.F. identificó a una mujer que recibía las transferencias de dinero, que luego usaba para recargas telefónicas, compra de equipos y servicios personales. Se detectó un aumento significativo en su patrimonio, así como varias cuentas virtuales y bancarias asociadas a su nombre, utilizadas para mover el dinero obtenido de las estafas.
El análisis de las llamadas entrantes y salientes, junto con el consumo de datos móviles, permitió a los investigadores determinar la ubicación de los usuarios y sus dispositivos. Se confirmó que las líneas telefónicas estaban activas en las inmediaciones del Servicio Penitenciario N° 1 de Jujuy durante los hechos denunciados, sugiriendo la participación de internos en la operación delictiva.
Una de las investigadas poseía 12 líneas telefónicas y mantenía comunicación constante con un detenido en el Servicio Penitenciario N° 1 de Jujuy. La información recolectada mostró vínculos entre las dos mujeres detenidas y un líder de la banda, junto con tres internos que ejecutaban las estafas telefónicas. Familiares y allegados colaboraban facilitando la apertura de cuentas bancarias.
Tras los allanamientos, y luego de cumplir con el control de legalidad, la fiscal Salinas Odorissio procedió a imputar a los involucrados, desarticulando así una sofisticada red de estafas que afectó a víctimas salteñas.
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