Un tatuaje, la impunidad de circular en suelo mercedeño, y hacer amistades permitieron su aprehensión. El líder había cumplido una condena por asaltos en Jujuy.
La banda liderada por Gustavo Sebastián Enríquez, alias «El Pollino» operaba con una sorprendente impunidad. Aunque su centro de vida se había establecido hace meses en la localidad de La Merced, el grupo delictivo actuaba en Jujuy, y Salta, en sitios muy alejados de sus domicilios familiares.
El exceso de confianza de quienes creían que nunca serían atrapados, los llevó a perpetrar robos violentos y luego volvían a sus casas, donde se comportaban como vecinos comunes y corrientes. Sin embargo, un error terminó con la banda con un frondoso prontuario en la provincia vecina de Jujuy. Un testigo notó un tatuaje en el cuello de uno de los delincuentes, un detalle clave que alertó al Grupo Investigativo del Valle de Lerma.
La investigación que llevó a la caída de «El Pollino» y su banda fue extensa y meticulosa. A través de escuchas telefónicas, seguimientos discretos y el uso de cámaras de seguridad del sistema 911, se logró seguir el rastro del vehículo utilizado en un asalto ocurrido en junio pasado en la Ruta 51. La víctima, un contador de una empresa alimenticia salteña, fue interceptada por delincuentes disfrazados de gendarmes, quienes lo maniataron y abandonaron a orillas de un río tras robarle 20 millones de pesos.
Tras la denuncia de la víctima, los investigadores comenzaron a rastrear los movimientos de los sospechosos. Se intervinieron seis líneas telefónicas y se llevaron a cabo allanamientos en varias localidades, como San Pedro, San Salvador de Jujuy y Salta capital. El 26 de julio, los investigadores lograron secuestrar un Volkswagen Crossfox utilizado en el asalto, lo que fue fundamental en la investigación.
Finalmente, el pasado lunes, Enríquez fue detenido en La Merced, tras intentar huir corriendo hacia la finca La Cañadita. Junto con él, también fue detenido Florencio Vargas, otro miembro clave de la banda, en un operativo realizado en avenida San Martín de Salta capital. Durante los allanamientos en las viviendas de Pedro García y Federico Enríquez, cómplices del grupo, se incautaron más de un millón de pesos en efectivo, celulares, y otros elementos que vinculan directamente a la banda con varios robos. Estos operativos se realizaron en varios barrios de La Merced, donde residían y habían hecho amistades.
Un tatuaje, cámaras de seguridad y las escuchas fueron las claves
Tras la denuncia en junio, se logró seguir el vehículo utilizado en el falso retén de los gendarmes falsos, mediante cámaras de seguridad en San Luis, Cerrillos, La Merced y Salta capital. También se intervinieron seis teléfonos celulares y se realizaron sigilosas investigaciones en las localidades de San Pedro, San Salvador y Perico en Jujuy, así como en Salta capital y La Merced.
El 26 de julio, un mes después, se logró el secuestro del vehículo utilizado para cometer el asalto en la ruta 51, un VW Crossfox, en la provincia de Jujuy. El pasado lunes, se logró la detención de “El Pollino” Enríquez en La Merced, y se secuestró un vehículo Fiat Argo, adquirido con ganancias del robo al comerciante, abonado con cheques por el valor de $33.700.000.
También se incautó documentación apócrifa sobre suplantación de identidad. Un camionero que el día del asalto, le dieron el paso los falsos gendarmes, mientras retenían por supuestas averiguaciones al vehículo del contador, notó que uno de los asaltantes vestido de esta fuerza de seguridad nacional tenía un tatuaje en su cuello. Otro dato fue que el “Pollino” Enríquez fue captado por una cámara de seguridad del 911 en La Merced cuando supuestamente estaba en Jujuy. Actualmente, hay cuatro detenidos en relación al caso, acusados de robo calificado y privación ilegítima de la libertad, y la fiscal Eugenia Guzmán y el auxiliar fiscal Christian Medina están a cargo de las investigaciones.
Fuente: El Tribuno
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