La Comisión Disciplinaria de la FIFA abrió este viernes un proceso disciplinario a la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) por el posible incumplimiento de los artículos 11 (conducta ofensiva y violaciones de los principios del juego limpio) y 12 (conducta incorrecta de los jugadores y oficiales) del Código Disciplinario de la FIFA, en la final del Mundial que enfrentó a Argentina y Francia.
En concreto, se referían a los cánticos en el vestuario encabezados por el guardameta Emiliano Dibu Martínez y en los que pedía «un minuto de silencio» por Mbappé, autor de los tres tantos de Francia durante la final. Además, el mismo Martínez, sobre el césped, se colocó en sus genitales el trofeo al mejor arquero del Mundial (un guante provisto por uno de los sponsors), una acción recogida por las imágenes de televisión y los fotógrafos.
Después de cantar junto al director técnico, los futbolistas de la Scaloneta le dedicaron la victoria a sus rivales.
La FIFA, según informó en un comunicado, también iniciará un procedimiento a la AFA por el posible incumplimiento, también en ese mismo partido, del artículo 44 del Reglamento de la Copa del Mundo de Qatar 2022 y del Reglamento de Marketing y Medios de Comunicación del mismo torneo.
El antecedente tras el partido frente a Países Bajos
No hay que remontarse muy lejos en el tiempo para encontrar una sanción de parte de la Comisión Disciplinaria de la FIFA hacia la AFA. La Selección Argentina venció Países Bajos por 4 a 3 en los penales tras empatar por 2 a 2 en el tiempo reglamentario. Aquel partido tuvo de todo. Las 17 amarillas que sacó Mateu Lahoz, momentos calientes entre los jugadores, el gol agónico de Wout Weghorst y la gran figura, otra vez, de Dibu Martínez en los penales.
Tras ese partido, se abrió un procedimiento contra la Asociación de Fútbol de Argentina por posibles infracciones de los artículos 12 (conducta indebida de jugadores y oficiales) y 16 (orden y seguridad en los partidos) del Código Disciplinario de la FIFA. El fallo todavía se desconoce.
Claro, el encuentro estuvo muy caliente. Las declaraciones de Louis Van Gaal, el entrenador neerlandés, en la previa del partido (había dicho que Lionel Messi no sumaba a su equipo cuando no tenía la pelota, también que en el cruce en 2014 no había tenido un buen partido) habían enturbiado la atmósfera.
Luego, durante la definición por penales, hubo actitudes de los futbolistas europeos que molestaron a los argentinos. Es que los neerlandeses, que habían fallado los dos primeros remates, intentaban distraer a los pateadores argentinos en su caminata rumbo al punto del penal. Cuando se consumó la victoria de Argentina, los sudamericanos se mofaron de sus rivales.
Después, antes de dejar el campo de juego, durante una entrevista con los dueños de los derechos de televisión, el propio Lionel Messi se cruzó con Wout Weghorst e inmortalizó la frase «Qué mirás bobo, andá para allá».
Sanciones para todos
Además, la Comisión Disciplinaria de la FIFA comunicó la sanción a las federaciones de Ecuador, México y Serbia de diferentes multas económicas por los cánticos y conductas inapropiadas de sus aficiones durante el Mundial de Qatar.
De este modo, la Federación Ecuatoriana de Fútbol deberá afrontar una multa de 20.000 francos suizos (19.943 euros) además de asumir la sanción del cierre de una parte de su estadio (las tribunas atras de los arcos) «a raíz de los cánticos» de sus hinchas durante el encuentro que disputó ante Catar.
Por su parte, la Federación Mexicana de Fútbol deberá abonar una multa de 100.000 francos suizos (99.715 euros) y tendrá que disputar un partido a puerta cerrada (sanción que la FIFA deja en suspenso durante un periodo de prueba) por los cánticos de su afición durante los partidos México-Polonia y Arabia Saudí-México.
Por último, la Federación Serbia de Fútbol fue sancionada con una multa de 50.000 francos suizos (49.857) y con el cierre de una parte de su estadio (25 por ciento) por incumplir los artículos 13 (discriminación) y 12 (conducta incorrecta de los jugadores) del Código Disciplinario de la FIFA por los cánticos «y la conducta inapropiada» de su afición durante el Serbia-Suiza.
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