Lo hicieron en la reunión de la Comisión Bicameral de Organismos de Inteligencia.
Los titulares de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, afirmaron que el organismo no tuvo ninguna relación con el espionaje ilegal que investiga el juez Alejo Ramos Padilla. Ambos funcionarios expusieron durante poco más de dos horas, en una reunión con legisladores de la Comisión Bicameral de Organismos de Inteligencia, que terminó a los gritos, por parte del diputado kirchnerista radical Leopoldo Moreau.
«Existió una organización de inteligencia paraestatal, que cometió delitos y violó la Ley de Inteligencia, como lo ha dicho el juez Ramos Padilla cuando vino a esta Comisión. En eso coincidimos todos», dijo el diputado macrista Daniel Lipovetzky, secretario de la Comisión Bicameral.
Sus palabras fueron complementadas por el jefe de senadores kirchneristas, Marcelo Fuentes, quien sostuvo que «oficialistas y opositores coincidimos en la existencia de una organización ilegal de espionaje en la Argentina».
Esa asociación ilícita estaba integrada por el falso abogado Marcelo D’Alessio y los comisarios de la Bonaerense Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk, dijo Lipovetzky. Y agregó: «Después hay que ver la participación del fiscal (Juan Ignacio) Bidone, (Hugo Rolando) Barreiro y otras personas, pero que no tenían relación con el sistema nacional de inteligencia. En esa lista, el senador K Fuentes agregó al fiscal Carlos Stornelli.
El senador kirchnerista Fuentes cuestionó la presentación de Arribas y Majdalani. Y destacó que esa «organización de inteligencia paraestatal no puede funcionar sin que el Estado tenga conocimiento. Están pintados como organismo de inteligencia o hay complicidades», dijo el senador Fuentes. Según su visión, eso se va a «resolver a medida que avance la causa judicial y aparezca el capítulo de la financiación, porque semejante organización requiere recursos dinerarios».
Desde la Comisión destacaron que esta fue la primera vez que concurrieron los jefes del organismo de inteligencia oficial. Esas fuentes de la Comisión señalaron que las principales declaraciones de ambos funcionarios de inteligencia “no van a trascender”, ya que la reunión fue a puertas cerradas, “para garantizar la confidencialidad de sus presentaciones».
De todos modos, se supo que deslindaron responsabilidades sobre D’Alessio y su banda. Destacaron que «ninguno pertenece a la AFI» y que el organismo «no tiene integrantes inorgánicos».
Arribas y Majdalani puntualizaron que el ex espía Barreiro fue «echado» de la agencia de inteligencia en mayo de 2016, donde trabajaba desde el año 2002. En esa misma sintonía, el diputado macrista Lipovetzky señaló que «D’Alessio no surgió de un repollo, antes de aparecer esta organización paraestatal de inteligencia este hombre fue funcionario del kirchnerismo durante dos años. Hay que investigar qué hacía este hombre, que es un delincuente».
En la causa que lleva adelante Ramos Padilla están detenidosD’Alessio, los ex comisarios Degastaldi y Bogoliuk, este último ex agente de la AFI, al igual que Hugo Barreiro, cuyas declaraciones podrían comprometer a los jefes de la agencia oficial de inteligencia, integrantes de la Justicia y legisladores del oficialismo y la oposición.
De hecho, el senador peronista Camau Espínola presentó una nota en la reunión de la Bicameral -que él integra-, para rechazar las afirmaciones de Barreiro, en relación a supuestas tareas de espionaje en su beneficio, contra el gobernador radical de Corrientes Gustavo Valdés y el anterior mandatario provincial Ricardo Colombi.
Sin embargo, allí explicó que tuvo tres reuniones con D’Alessio, en las que le pidió que hiciera un «plan contra el narcotráfico en Corrientes». Pero que luego de la tercera reunión no se volvieron a encontrar, porque «pasó de ser James Bond al superagente 86», dijeron fuentes cercanas al senador Espínola.
“El objetivo central será dilucidar si D’Alessio y sus cómplices forman parte del aparato de inteligencia estatal o si se manejaban por su cuenta”, dijo una fuente de la Comisión que preside el senador radical Juan Carlos Marino.
Es que el juez Ramos Padilla planteó que se trata de “una organización paraestatal de inteligencia, que espiaba y extorsionaba” para influir en causas judiciales. Las mismas palabras que ahora usan legisladores oficialistas y opositores.
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