El líder secesionista catalán llegó a Bruselas tras salir en auto de Barcelona, un día después de que el Gobierno belga baraje la posibilidad de darle refugio y a horas de ser querellado por rebelión
El sorpresivo viaje a Bruselas del ex presidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont alimentó los rumores de un posible pedido de asilo político, en la misma jornada en la que fue querellado por la fiscalía general por sedición y no se descarta una orden de prisión preventiva, según informó Infobae.
El líder independentista salió temprano en auto de Barcelona, cruzó la frontera con Francia y llegó a Marsella, donde tomó un vuelo a Bélgica, junto con cinco ex consejeros de su Gabinete, que, como él, fueron destituidos el pasado viernes por el Gobierno español. Posteriormente fue querellado por rebelión, sedición y otros delitos por impulsar el proceso de separación.
«Puigdemont y otros cinco miembros de su Govern tienen previsto pedir asilo político en Bélgica», aseguró el portal La Sexta, mientras que El Periódico ofreció un reporte similar, y apuntó además hacia el destituido representante permanente de la Unión Europea ante la Generalitat catalana, Amadeu Altafaj, como un facilitador del viaje. En su carta de despedida, el funcionario había señalado que «Europa debería contribuir siempre a encontrar soluciones y a fomentar el diálogo».
La versión entró en debate el domingo luego de que el secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, del partido independentista flamenco N-VA, sugirió que Puigdemont puede solicitar «asilo político» en Bélgica, aunque el primer ministro de dicho país, Charles Michel, se desmarcó poco después y le pidió al ministro «no echar leña al fuego».
Por el momento, ninguna fuente del entorno de Puigdemont ha desmentido la posibilidad del pedido.
Por su parte, el cantautor y hasta hace unos días diputado independentista en el Parlamento regional Lluís Llach ha dado por hecho que se exiliarán.
«El Muy Honorable Presidente de la República exiliado es una denuncia contra España frente a los estamentos europeos, internacionales y para conservar la dignidad del 1 de octubre», publicó el ex parlamentario independentista en su cuenta de Twitter.
A primera hora del lunes, Puigdemont había sembrado incertidumbre con una foto en Instagram de un patio de la sede de la Generalitat, lo que alimentó rumores sobre su posible presencia en el edificio, en el primer día hábil de la ejecución del artículo 155.
Por su parte, el periódico El País no confirmó si la intención de Puigdemont y sus allegados era solicitar refugio, pero adelantó que la Unión Europea consideraría «manifiestamente infundada» la petición, en caso de ser admitida como trámite y no sea rechazada en primer lugar, según el protocolo 25 del Tratado del bloque europeo.
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