Luego de tensas negociaciones, que incluyeron una amenaza de paro, el sindicato de Camioneros, que conducen Hugo y Pablo Moyano, acordó este jueves un aumento salarial escalonado de 107% por un año, y el pago de un bono extra de $ 100.000 también en cuotas. Sin embargo, el incremento para este año se ubicará por debajo de la inflación estimada y la pérdida del salario real de los choferes rondaría los 10 puntos.
El entendimiento, que va desde el 1° de noviembre hasta el 31 de octubre de 2023, fija un aumento de 107% que se pagará en cuatro tramos no acumulativos y con una revisión en la segunda quincena de abril de 2023. Las cuotas de la suba se aplicarán de la siguiente forma: 27% con los salarios de noviembre; 27% a partir de febrero de 2023, otro 27% con los sueldos de mayo y el 26% restante en agosto del próximo año. También el bono de $ 100.000 se abonará en 4 cuotas durante los meses de marzo, abril, mayo y junio del próximo año.
En términos porcentuales el incremento salarial convenido por Camioneros es uno de los más elevados de la presente ronda de paritarias al superar el 100%, pero rige desde el 1° de noviembre hasta el 31 de octubre de 2023 y solo el primer tramo de la suba, del 27%, se abonará en 2022.
Si se tiene en cuenta que este año los choferes de camiones cobraron una mejora de 12,5% en marzo (correspondiente a la paritaria de 2021) más el incremento acumulativo de 31% del semestre mayo-octubre a los que se suma ahora la cuota inicial del nuevo aumento (de 27% también acumulativa), culminarán en diciembre con un aumento anualizado del 82,1%, varios puntos por debajo de todas las estimaciones del cierre de inflación de 2022.
El REM, el promedio de los relevamientos de las consultoras que entregan sus datos mensualmente al Banco Central, proyectó en septiembre que la inflación terminará el año en 100,3%. Si se cumple ese pronóstico, el aumento en términos porcentuales se ubicaría unos 18 puntos por debajo de la inflación y la caída del salario real de los camioneros alcanzaría los 10 puntos. En términos concretos significaría haber perdido casi un sueldo del año.
Incluso, el nuevo acuerdo firmado este jueves por los Moyano no logró compensar la caída en 13 puntos que acumularon los salarios del sector en el semestre mayo-octubre, cuando el aumento firmado por el gremio alcanzó el 31% contra una suba de precios que redondeó el 44% en el período.
En el encuentro del miércoles en la cartera laboral, el gremio insistió en el reclamo original de un aumento de 131% y los empresarios reiteraron su ofrecimiento de una suba de 84%. Sin embargo, horas después de la reunión pudieron acercar posiciones en conversaciones informales. Esas charlas marcaron un cambio importante en la discusión, que pasó de la idea original de cerrar un acuerdo semestral (completando el año con el pacto previo de mayo-octubre) a la idea de consensuar un entendimiento nuevo por 12 meses.
En esa negociación el gremio reformuló significativamente sus pretensiones originales. Del reclamo inicial de un aumento semestral de 100%, que se sumaría al 31% que vienen cobrando desde mayo para acumular 131% en el año, los Moyano firmaron una suba de 107% desde noviembre y por 12 meses hacia adelante. En los primeros seis meses del nuevo entendimiento cobrarán una mejora de 54% (es decir los dos primeros tramos del 107%) que sumados al 31% que rigió en el período mayo-octubre, acumula un incremento de 85%, bastante por debajo del planteo con el que comenzaron las negociaciones. La oferta empresaria para ese período había alcanzado el 84%, es decir apenas un punto por debajo de lo que terminó firmándose.
El acuerdo paritario fue suscripto por los representantes de la Federación Argentina de Transporte y Logística (Faetyl) y la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Carga (CATAC), en tanto que la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), la cámara que agrupa a la mayoría de las pymes de la actividad, avaló los puntos centrales del entendimiento pero rechazó firmarlo en disconformidad con la suba de los adicionales para las ramas de larga distancia, logística y correos.
Con este acuerdo, que fue celebrado públicamente por Pablo Moyano al asegurar que la suba obtenida superó las expectativas del gremio, el Gobierno pudo sortear un escenario de conflicto en una actividad clave para asegurar el abastecimiento y también evitó que la pauta salarial escale muy por encima del 100%.
En los últimos días, Kelly Olmos, se había sentado por separado con Hugo y Pablo Moyano, para buscar descomprimir la tensión generada por algunos cruces públicos con el número dos del gremio y a la vez intentar acercar posiciones por el acuerdo salarial, tal como informó Clarín.
El cierre de las negociaciones por encima del 100% es la segunda victoria de Camioneros durante esta semana, ya que este miércoles consiguieron que el Gobierno incluyera en el proyecto de Presupuesto la exención del pago del impuesto a las Ganancias de los adicionales por viáticos que cobran los choferes de larga distancia.
La medida fue respaldada por el voto favorable de 129 diputados, mientras otros 120 la rechazaron. «Un gremio, sea el que sea, no puede tener un trato diferencial en un impuesto como Ganancias», denunció durante la sesión el diputado de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, que adelantó el voto negativo de sus pares del PRO y el radicalismo.
El beneficio impositivo, que fue convenido por el número dos de Camioneros con Massa, y oficializado en la previa al tratamiento de la iniciativa en el Congreso, alcanza a unos 130.000 choferes -según las estimaciones del gremio-. Para esos trabajadores representaría un ingreso adicional anual de $ 350.000, de acuerdo a los cálculos de la oposición de Juntos por el Cambio que vinculó directamente la medida con el alineamiento político de Moyano hijo con el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
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