Un protagonista especial en el recuerdo, que no jugaba al rugby pero le encantaba verlo, además de alentar a los Pumas: justo antes del intimidante Haka, los All Blacks le ofrendaron una camiseta negra al equipo argentino con el apellido inscripto de Diego Maradona y el N° 10.
De repente se hizo un silencio en el estadio McDonald Jones, de la ciudad australiana de Newcastle, y el capitán del equipo, Sam Cane, caminó unos pasos y tendió sobre el césped la casaca que llevaba en la mano derecha, en medio de la emoción y los aplausos desde todos los sectores. Después sí, volvió sobre sus pasos y se desarrolló el ritual maorí que los All Blacks efectúan con buena dosis actoral antes de empezar cada desafío.
Y Pablo Matera, una de las grandes figuras del 25-15 logrado en Australia en el duelo anterior, repitió su gesto frente a esa danza tribal: se quedó mirando con una semi sonrisa, como si de tanto verlo ya no le causara ninguna inquietud. Asimismo, también en referencia a Maradona, sonó en el estadio el popular tema de Rodrigo en honor al excapitán de la selección argentina.
Agregue un Comentario