El país latinoamericano registra 132.006 fallecimientos por coronavirus y 4.345.610 casos confirmados
El Ministerio de Salud de Brasil ha notificado este lunes un descenso significativo en las muertes a causa de la COVID-19 registradas en las últimas 24 horas y ha confirmado 381 adicionales, frente a las más de 800 constatadas durante la jornada anterior.
Con las 381 nuevas, Brasil ha acumulado un total de 132.006 fallecimientos a consecuencia de la enfermedad. Además, según el balance de las autoridades sanitarias del país latinoamericano, este lunes se han registrado 15.155 nuevos positivos, que han elevado el cómputo global hasta los 4.345.610 de casos confirmados.
Sao Paulo es el estado brasileño más golpeado por la pandemia, ya que contabiliza 893.349 casos del total. Le siguen Bahía, con 283.235, y Río de Janeiro, que ha registrado 242.810.
El Ministerio de Salud de Brasil ha resaltado que un total de 3.613.184 personas han logrado recuperarse de la enfermedad en el país, mientras que 600.420 casos permanecen aún catalogados como activos.
Entretanto, el ministro interino de Salud brasileño, Eduardo Pazuello, asumirá el cargo de manera definitiva este miércoles. El general fue nombrado ministro interino el pasado 3 de junio, aunque ya llevaba 20 días en el cargo, después de la renuncia de Nelson Teich.
Desde entonces, Pazuello ha sido el responsable de las estrategias del Gobierno de Brasil, encabezado por Jair Bolsonaro, para enfrentarse a la pandemia de la COVID-19. La ceremonia, a la que asistirá Bolsonaro, tendrá lugar en el Palacio de Planalto, según ha informado el portal G1.
Brasil comenzó una desescalada gradual a comienzos de junio, después de cerca de dos meses y medio de cuarentena blanda y con la pandemia todavía al alza, pero la reapertura gradual de la economía se ha acelerado en las últimas semanas en medio de la estabilización de la crisis
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido desde el comienzo uno de los principales defensores del fin del distanciamiento social, una postura que le llevó al enfrentamiento con algunos gobernadores y antiguos aliados, como Joao Doria, gobernante de Sao Paulo.
El líder de la ultraderecha brasileña ha desdeñado en incontables ocasiones la gravedad del nuevo coronavirus, del que llegó a estar infectado, y alentado a la población a salir a las calles y mantener a flote la economía, aún en las fases más críticas de la pandemia.
“Esperemos que el país vuelva a la normalidad, no digo rápido, porque no puede ser rápido, pero que tampoco tarde”, recalcó la víspera.
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