El VAR invalidó la agónica victoria de San Lorenzo sobre Boca: el empate los dejó casi afuera de la Copa de la Liga. El Xeneize, con Herrón como DT interino, estuvo arriba en el marcador pero el Ciclón reaccionó y terminó protestando contra el árbitro Echavarría.
Ambos quedaron sin margen de error para clasificar a los cuartos de final.
Con un final a pura polémica, San Lorenzo y Boca empataron 1-1 y quedaron prácticamente sin chances en la Copa de la Liga y complicados para ingresar a la próxima Copa Libertadores por la tabla anual, cuando restan 6 puntos en juego. La dudosa última secuencia pinta a la perfección el apasionante partido que se disputó en el Nuevo Gasómetro.
Nahuel Barrios había marcado un golazo para el 2-1 del local y el delirio de todos los hinchas, pero desde el VAR, Jorge Baliño vio una posición adelantada milimétrica de Federico Girotti en el inicio de la acción y el árbitro Pablo Echavarría anuló el tanto para la furia de muchos plateístas, que se acordaron del viaje de Federico Beligoy, el mandamás de los árbitros, a Río de Janeiro.
LE ANULARON EL GOL A SAN LORENZO ❌🖥️
El Perrito Barrios anotaba un golazo para el 2-1 ante Boca pero fue anulado por offside de Girotti en el comienzo de la jugada#LPFxTNTSports pic.twitter.com/yUVRp9D5b3
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) November 8, 2023
El partido era interesante para observar y analizar los mensajes que iban a mandar los equipos y los entrenadores. Uno, Boca, jugaba luego de la dolorosa derrota contra Fluminense en la final del Maracaná y la renuncia de Jorge Almirón como DT; el otro, San Lorenzo, buscaba salir de la racha de 10 partidos sin victorias en la Copa de la Liga para mantener intactas sus chances de clasificar a la próxima Libertadores.
Las señales de Boca comenzaron con el cambio de la capitanía, un dato no menor. Almirón había decidido que Sergio Romero sea el referente contra Fluminense por la expulsión de Marcos Rojo. Esa determinación no cayó bien en algunos integrantes del plantel. Entonces, Mariano Herrón, el por ahora interino, optó por devolverle la cinta a Guillermo Pol Fernández. ¿Habrá dicho algo Chiquito?
Respecto a lo futbolístico, el entrenador fue a lo seguro con un compacto 4-4-2. Y no brilló Boca, pero jugó mejor que San Lorenzo en la primera parte y mereció irse al descanso en ventaja porque acumuló un par de situaciones claras, con dos remates a los palos incluido.
Luis Advíncula y Valentín Barco volvieron a ser los que más rebeldía mostraron. Una cuestión que debe empezar a debatirse en Boca es la posición de Cristian Medina, que no rinde recostado por la derecha como sí lo hace por el centro. La sensación es que se está desperdiciando a un gran talento. Encima, Pol Fernández no logra despegar como volante mixto.
En el Gasómetro compartió el campo con Campuzano y se chocaron en varios pasajes. El capitán debió ser el mediocampista más ofensivo de los dos, pero se repitió en pases para atrás y nunca corrió para adelante en gambeta. Jugó al trote Pol y no es una posición para hacerlo.
Manejó la pelota Boca en la primera parte y alcanzó casi el 70 por ciento de posesión. Le faltó acelerar en los metros finales para ser más peligroso. Solo lo hizo cuando Barco o Medina se cerraron. Tardó en entrar en juego Merentiel y cuando lo hizo el equipo creció. El uruguayo dejó solo a su compatriota Cavani, que definió débil al cuerpo de Batalla. La más clara fue un cabezazo de Figal que chocó contra el palo.
Y qué decir de San Lorenzo. Ruben Darío Insua es un hombre de firmes convicciones: siempre juega igual. Al Gallego, los contextos no le importan ni lo alteran. El Ciclón se plantó con el defensivo 5-4-1 que por momentos fue 6-3-1 porque Leguizamón jugó de lateral derecho bis. El público en varias oportunidades les pidió a los futbolistas más atrevimiento. Pero Insua siguió en su postura imperturbable. Hizo poco en ataque el local y solo arrimó peligro con alguna contra que terminó en nada. Giay y Leguizamón no pesaron por derecha y Nahuel Barrios perdió más de lo que ganó en su mano a mano con el potente Advíncula.
Movió el banco Insua en el complemento, más allá de que modificó nombre por nombre. Rápido se puso en ventaja Boca con un lindo gol de Merentiel tras una contra encabezada por Barco. Protestaron los locales porque hubo falta de Pol Fernández a Barrios secuencias atrás, pero Echavarría había dado ley de ventaja. Girotti la perdió y la contra fue letal.
Más tarde, Insua puso en cancha a todos los delanteros y partió el equipo. Le faltó piernas a Boca para aprovechar los espacios; tal vez demoró mucho Herrón en refrescar el ataque. Figal casi hace un golazo: entre Batalla y el travesaño le negaron el gol. A falta de 15 minutos, el incansable Bareiro empató luego de una muy mala salida de Chiquito Romero.
El final fue ataque por ataque. Hasta que Batalla mandó un envío largo, Girotti la bajó y Barrios dibujó un golazo. Fue delirio y bronca (algunos plateístas intentaron agredir a periodistas de las cadenas de televisión) en pocos segundos. Porque Echavarría atendió al VAR y anuló el tanto. Para decretar después una igualdad que no le sirvió a ninguno.
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