El Xeneize festejó gracias a un enorme Merentiel y la vuelta al gol de Benedetto. Golpeó de entrada al Matador y manejó el partido. El uruguayo marcó el primero y asistió al Pipa en el segundo. Es el primer triunfo oficial del DT Diego Martínez, que llega a cinco puntos.
Boca no brilló, pero tuvo una actuación sólida, fue superior a Tigre, venció 2-0 en Victoria con goles de Miguel Merentiel y Darío Benedetto y logró su primer triunfo oficial en la era de Diego Martínez. El doble nueve rindió al máximo en los primeros 22 minutos y al Xeneize le alcanzó para sostener los tres puntos el resto del partido.
Los errores defensivos de Tigre le abrieron el camino de la victoria a Boca. Porque antes de la guapeada de Miguel Merentiel en el primer gol, ya había fallado dos veces en las entregas, incluso más cerca del área. La primera, a los 14 minutos, un pase de Aguirre que interceptó la Bestia, tocó rápido para Benedetto y el delantero remató desviado.
Pipa llevaba más de tres meses sin ser titular, desde que se lesionó ante Racing en noviembre pasado. La pequeña lesión de Edinson Cavani, que al final ni siquiera concentró, le dio la chance de empezar desde el minuto cero. Falló en la primera que tuvo y la sombra de lo que sucedió con el uruguayo ante Sarmiento, que desperdició cuatro situaciones, sobrevoló.
El que estaba encendido era Merentiel, que a los 17 minutos aprovechó otro error de los jugadores de Tigre, esta vez en el medio campo. Nardelli le pasó la pelota de pecho a Cardozo, el capitán se la devolvió, pero el toque quedó cortó, y la Fiera no perdonó, se anticipó, le ganó en velocidad a Nardelli primero, a Aguirre después y definió ante Tagliamonte.
Cinco minutos después, el uruguayo se vistió de asistidor, le metió un pase entre líneas a Benedetto y esta vez Pipa no falló. A los 22 minutos, Boca le ganaba a Tigre 2-0 con total justicia, por varias razones. Presionó bien arriba, tuvo paciencia para manejar la pelota ante los intentos del local de cortar circuitos, y fue ordenado.
El equipo de Pipo Gorosito no jugó bien la primera media hora y mejoró algo después. Sin embargo, a la gente de Tigre le quedan tres imágenes de injusticia en la primera etapa: el golpe de Advíncula sobre Aleman que el VAR consideró casual, una falta en el área de Boca justo antes del primer gol (no hubo llamado a Echenique) y el penal de Lema a Armoa, que el árbitro iba a cobrar, pero cuando levantó la vista observó que el línea tenía la bandera levantada. Al no sancionar penal no se revisó si había o no posición adelantada de Armoa.
Los cuatro cambios que realizó Martínez con respecto al partido con Sarmiento resultaron acertados. El pibe Mauricio Benítez se complementó bien con Pol Fernández. Benedetto cumplió con el gol y Lautaro Blanco se mostró sólido en la marca y muy participativo en ataque. Tal vez lo más flojo fue el sector derecho, porque Blondel no se pudo asociar bien con Advíncula y casi siempre se anularon.
A diferencia del choque con el Verde de Junín, Zenón no estuvo tan fino en los pases entre líneas y entonces, más allá de los goles, las participaciones de Merentiel y Benedetto mermaron. Sin embargo, la presencia del ex Unión otra vez fue clave y se mostró sólido en el manejo del juego y los tiempos
Gorosito metió mano en el banco y en el segundo tiempo mandó a la cancha a Londoño, Maroni y Esquivel. El equipo tuvo algunos momentos de reacción, pero inexpresivos. Los dos goles de diferencia le dieron a Boca esa tranquilidad necesaria para olvidarse de lo que pasó con Sarmiento, que con poco le empató.
Entró bien Bullaude y entonces Merentiel tuvo dos chances más de gol, tras buenas asistencias del ex Godoy Cruz. Los dos remates se fueron desviados, pero fue lo mejor de Boca en la parte final. Y la Bestia, el mejor de todos.
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