Fue 1 a 0 con gol del uruguayo, que antes se había perdido uno increíble. El miércoles juega en Mendoza contra Almirante Brown.
Un tumulto se prolonga por varios segundos en la mitad de la cancha. Los 22 jugadores se empujan y se dicen de todo menos piropos. Una roja se eleva en el aire y es para Edinson Cavani, el uruguayo autor del único gol del partido. “Y pegue/y pegue/y pegue, Boca/pegue”, es escucha desde las tribunas. Es un grito de guerra, necesario para los últimos instantes porque Boca debió dejar todo y un poco más para poder derrotar 1-0 al gran Vélez de los juveniles, que hizo un enorme partido en la Bombonera, pero que se quedó con las manos vacías por la inteligencia del Matador que optó por quedarse en Boca y renunciar a su Selección.
Para entender el andar del primer tiempo se puede poner la lupa en dos volantes centrales, uno de cada equipo: Guillermo Fernández, de Boca, y Agustín Bouzat, de Vélez. Si se analiza el mapa de calor de ambos, se observará que Pol estuvo casi todo el tiempo entre los zagueros locales, mientras que Chiqui jugó bien cerquita de sus atacantes. Por eso El Fortín estuvo más cerca del gol, más allá de que las dos más claras de ésa etapa contaron con dos cierres milagrosos de Valentín Gómez, el chico que pretende River, una vez ante Cavani y la otra frente a Merentiel.
Christian Ordóñez chocó y provocó a Cavani: el uruguayo fue EXPULSADO y el jugador del Fortín también.
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La sensación es que Pol Fernández juega demasiado tiempo entre los centrales, más cerca de Chiquito Romero que de Cavani. Ese movimiento en el cual el mediocentro se mete entre los zagueros propios ya quedó en desuso y se utiliza solo cuando la salida no resulta tan limpia. Cuando es constante, se pierde un elemento en el medio y el traspaso de defensa a ataque se hace espeso. Tal vez debería Diego Martínez rever esa estrategia.
En el otro lado, Gustavo Quinteros opta por utilizar a Bouzat en un puesto que no le es propio y que en algunas facetas la cuesta. El zurdo no es un futbolista con potencia y buena recuperación, lo que parecería un pecado si se habla de un volante central. Pero Bouzat tiene una enorme capacidad para presionar. Quinteros lo pone ahí porque Vélez presiona alto, asfixia.
Así, Vélez presionó e impuso sus condiciones. Los chicos del conjunto de Liniers juegan bien de verdad: lo demostraron en una Bombonera repleta. Todos se tomaron un segundo extra para soltar el pase y por eso el juego se disputó en campo de Boca. Tuvo una clarísima con un cabezazo de Pizzini que se fue desviado.
A Boca solo le quedó el contragolpe porque la visita manejó la pelota. Ha ido de más a menos en rendimiento el elenco de Martínez y eso es una señal de alerta.
CAVANI POR ARRIBA: GANA BOCA 1-0 ANTE VÉLEZ EN LA BOMBONERA.
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Rápido en el complemento Vélez debió realizar una modificación por la lesión de Tomás Marchiori. Iban 6 minutos cuando Lautaro Garzón se metió en la cancha y desde lo alto se notó lo inevitable: su falta de altura. Pícaro, Cavani interpretó esa carencia de estatura y, en la primera que le quedó, la puso de cabeza por arriba del arquero luego de una habilitación de Medina. Habían pasado 10 minutos.
Vélez continuó manejando la pelota y jugando cerca de Chiquito Romero, que tuvo dos lindas atajadas. Como Zenón no estuvo en una buena tarde, a Boca le costó generar. Lautaro Blanco se vistió de salvador para tapar un remate de Pizzini que llevaba destino de gol.
Aguantó Boca. Cavani metió un codazo y vio la roja. Fernando Echenique pareció compensar con la expulsión de Christian Ordoñez. Vendió cara la caída Vélez, que intentó con orgullo. Pero no le alcanzó. Y Boca se llevó un gran triunfo.
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