El equipo de Ibarra perdió 2 a 0 con la Lepra que jugó con 10 hombres un tiempo entero. La victoria de la Lepra fue inobjetable y el Xeneize puso en riesgo su liderazgo en el campeonato.
Favorecido por una expulsión discutible en el primer tiempo, a Boca le dieron el traje de campeón en Rosario, pero no se lo quiso medir. Con un jugador menos, Newell’s le ganó al líder del torneo por 2 a 0 de manera inobjetable. De esta manera, le dio una mano grande a los perseguidores del Xeneize para acercarse a la cima en la recta final del torneo, cuando parecía que los visitantes estaban a tiro de una victoria decisiva.
Los rojinegros anularon casi por completo a su rival en la parte inicial del partido. De entrada, el planteo defensivo aisló a Darío Benedetto y expuso a Luca Langoni a un duelo personal en el que Gustavo Velázquez ganó una y otra vez. El paraguayo fue el pilar principal del local y marcó el pulso para sostener a la Lepra durante toda la tarde.
Desde el arranque, el equipo de Hugo Ibarra estuvo incómodo en el Coloso del Parque de la Independencia. A excepción de algunos desbordes de Frank Fabra y Cristian Medina, al visitante le costó mucho desequilibrar a su adversario. Recién pudo abrir esos caminos en el final, pero ya era demasiado tarde.
Aunque no dominó ni arrinconó a Boca, Newell’s hizo mejor uso de la pelota cuando la tuvo. La excepción fue una jugada que pagó muy caro. Pasada la primera media hora del encuentro, Cristian Lema le tiró un mal pase a Lautaro Morales. El arquero rechazó como pudo y el balón el cayó a Juan Ramírez de frente a la última línea de los locales. Juan Sforza cortó al volante con falta cuando ya estaba amonestado y el árbitro Patricio Loustau lo expulsó mediante una segunda tarjeta amarilla que dejó muchas dudas.
Con un futbolista más en cancha, el “Negro” Ibarra hizo una apuesta ofensiva y defensiva a la vez. Sacó a Carlos Zambrano, el único xeneize amonestado que podía ver la roja si se descuidaba. En su lugar puso a Sebastián Villa para abrir la última línea rojinegra y, de paso, conservar sus 11 hombres en cancha.
Fuera de programa, el cambio en el entretiempo hizo que Boca tuviera su propio instante de autosabotaje. Parado como primer marcador central por orden de su director técnico, Luis Advíncula tuvo el peor arranque imaginable. Dio un pase impreciso y Juan Manuel García se llevó la pelota desde la mitad de cancha. “Juanchón” metió un gol de optimista tras una corrida en la que desparramó al peruano y ejecutó un derechazo potente contra el primer palo de Agustín Rossi.
La explosión en el área encendió a los compañeros del tandilense y dejó desconcertados a los visitantes. De hecho, Armando Méndez estuvo a punto de convertir poco después en otra apilada similar que comenzó en campo propio como un contragolpe solista. La patriada del uruguayo ante cuatro rivales fue otra muestra del peor momento del puntero del campeonato en un domingo en el que no le salió casi nada.
A partir de la jugada bisagra de García con el fallo de Advíncula, ambos equipos redoblaron esfuerzos para cumplir con el plan que tenían hasta entonces. Newell’s se concentró en el trabajo de su cerrojo defensivo con Sordo y García como principales puntas de lanza para liquidar el pleito. Boca recurrió a Óscar Romero en busca de variantes ofensivas, pero sus problemas en el fondo persistieron y acabaron por llevarlo a una derrota dura que le quitó margen para la reanudación de su partido pendiente con Gimnasia.
La superioridad numérica del Xeneize sobre la Lepra se desvaneció en el complemento y recién reapareció en los últimos minutos del partido. Para entonces, el local ya había vuelto a marcar de la mano de Willer Ditta.
A la ráfaga azul y oro en tiempo adicional sólo el faltó el gol: un cabezazo desviado de Marceo Weigandt en el área chica, un bombazo de Benedetto que Morales conjuró a puro reflejo y un remate lejano de Romero que dio en el palo. Todo sucedió en unos pocos minutos. Nada alcanzó para evitar la enorme decepción con la que el puntero se fue de Rosario.
Por su parte, Newell’s se hizo más fuerte que nunca ante la adversidad y cortó una racha de tres encuentros sin victorias en el Estadio Marcelo Bielsa. Ya clasificado a la Copa Sudamericana, consiguió una última ficha para jugar en busca de un lugar en la Libertadores 2023 como broche de oro del largo interinato de Adrián Coria, exayudante de Gerardo Martino.
El batacazo rojinegro complicó los planes de un líder que había llegado a Rosario con chances de consagrarse campeón en la semana sin jugar. Después de 13 partidos, Boca no sólo perdió en el marcador. En la cancha de la Lepra también dejó una cuota importante de confianza y, sobre todo, seguridad defensiva, que deberá recuperar cuanto antes si quiere terminar el año con la doble corona.
Cargando ...
Agregue un Comentario