Liga ProfesionalBoca Juniors ganó con lo justo frente a Atlético Tucumán

El Xeneize estrenó su título de campeón con victoria frente al Decano. Chiquito Romero arrancó con dudas pero en el segundo tiempo tuvo una tapada clave. ¿El paraguayo? Figura y goleador.

Cuando Boca se estancaba en las mismas falencias del 2022, Oscar Romero asumió el protagonismo en la noche del retorno del equipo de Hugo Ibarra y construyó el triunfo por 1-0 ante Atlético Tucumán. El zurdo puso el pié derecho y convirtió el único gol de la noche. Y así le sacó una sonrisa a los de la ribera después de la derrota en la final de la Supercopa Internacional ante Racing. Con lo justo, y con la presentación de Sergio Romero en el arco, Boca ganó para sacarse el mal sabor que le había quedado tras el viaje a Abu Dhabi.

Luego de 98 días, en La Boca volvió a rodar la pelota. Y en ese mismo escenario en que el campeón del torneo local celebró el título en una última fecha infartante se reencontró con su público. El fervor de una Bombonera superpoblada corrió el riesgo de chocar contra un arranque de partido accidentado para un Boca que arrastró las dudas del año pasado. Errores no forzados pusieron en jaque al local de entrada nomás. La fiesta de las tribunas se contraponía lo poco que contagiaba el equipo ante un Atlético que se aprovechaba de las debilidades boquenses.

¡GOL Y TOPO GIGIO! Villa llegó al fondo, tiró el centro y Óscar Romero definió de derecha para el 1-0 de #Boca ante #AtléticoTucumán. Dedicatoria especial del paraguayo. 💪🇵🇾#LigaProfesional 🇦🇷

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— ESPN Fútbol Argentina (@ESPNFutbolArg) January 30, 2023

Una mala entrega de Guillermo Fernández le cayó de regalo a Mateo Coronel que encaró y remató, pero su tiro dio en Nicolás Figal. Pidieron una mano que no existió. Después el que falló fue Chiquito Romero, en quien se posaban todas las miradas por su esperado estreno oficial después de un semestre en el club y una intervención de rodilla derecha mediante. El ex arquero de la Selección argentina calculó muy mal en una salida y no logró despejar un tiro libre. La pelota le quedó a Bruno Bianchi y en la línea la sacó Figal en una salvada milagrosa. La falta de ritmo le jugó una mala pasada a Romero.

El cuadro tucumano no se complicaba y apelaba a la practicidad: cuando perdía la pelota cortaba con falta para reagrupar rápidamente sus dos líneas de cuatro. Así, el Decano se mantenía en orden y buscaba el progreso sobre el terreno. Le cerraba los senderos al local.

Sin sociedades visibles, a Boca se le hacía complicado sortear las barricadas visitantes. Un laborioso Nicolás Orsini trataba de rebuscárselas cuando encontraba algún balón perdido. Muchas ganas, pero poca claridad la del 9 elegido por Ibarra ante la ausencia de Darío Benedetto.

Con Pol Fernández y Juan Ramírez poco productivos, el que se encendió fue Oscar Romero. Todo lo bueno que se veía de Boca en una primera parte discreta tenía que ver con las intervenciones del paraguayo. De hecho, las jugadas de riesgo vinieron por él. Un par de tiros libres (uno dio en el travesaño) y un disparo que pegó en un defensor rival y se fue al córner fue lo que Oscar produjo para levantar a todo el xeneize.

Los embates de Atlético empezaron a ser cada vez más esporádicos. Y Boca crecía a medida de que el balón pasaba por los pies de Romero, que se cerraba para lastimar por el medio y dejar que subiera Luis Advíncula por la derecha.

El otro Romero, Chiquito, tenía menos participación. Sin embargo, se redimió de su salida en falso. El arquero de 35 años le tapó un mano a mano sensacional a Marcelo Estigarribia, una de las incorporaciones de Atlético. Fue un contraataque que lo agarró mal parado al dueño de casa, pero Chiquito se hizo gigante y cerró el arco propio para que se pudiera abrir el de enfrente.

Y no podía ser otro que Oscar Romero el autor de ese gol tan esperado que se gritó con la fuerza de un desahogo en toda la cancha. Todo nació de un pelotazo largo que peinó Orsini para que se mandara a correr Villa por la izquierda. El colombiano legó hasta el fondo y mandó el pase al medio por abajo. Se pasó de largo Orsini, pero la pelota le quedó a Oscar, que definió cruzado de derecha. En el festejo emuló a Riquelme -y a Messi- con el Topo Gigio.

Matías Orihuela casi le amarga la noche a Boca con un cabezazo pero la tiró afuera inexplicablemente. Y los del Negro Ibarra empezaron con el pie derecho de la mano de un zurdo que le dio los tres puntos.