El equipo de Almirón venció 1 a 0 a Argentinos con la definición del delantero en el minuto 44. El local contó con las mejores situaciones, pero no fue certero en la definición.
Jugar y ganar a lo Boca quiere decir muchas cosas. Una de ellas es imponerse con un gol de otro partido cuando el trámite del duelo le había sido desfavorable. Anoche, en La Paternal, algo de eso sucedió: Boca, que no tuvo un gran rendimiento y fue superado en varios pasajes, venció 1-0 a Argentinos con un tanto agónico de Miguel Merentiel.
Las diferencias entre Argentinos y Boca en cuanto a funcionamiento colectivo son grandes. Y es lógico que así sea porque Gabriel Milito llegó al Bicho en enero de 2021, mientras que Jorge Almirón apenas superó el mes de trabajo. Pero tiene jerarquía Boca y por eso logró equiparar el duelo, aún cuando en los primeros minutos el local lo había acorralado.
Suele pasarle a Argentinos en partidos grandes: no puede reflejar en el marcador el buen juego que despliega de los primeros minutos. Anoche, el Bicho expuso a Boca: lo presionó, le manejó la pelota, le generó situaciones de gol. Milito optó por su habitual 3-1-4-2, con dos zagueros como Mac Allister y Villalba que tienen buen manejo y que se suman al ataque. Cabrera y Montiel corrieron por afuera para que por el centro conduzcan Moyano, Rodríguez y González Metilli.
¡¡ES UNA BESTIA!! ¡¡MERENTIEL ENTRÓ Y MARCÓ EL 1-0 DE BOCA ANTE ARGENTINOS!!
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— SportsCenter (@SC_ESPN) May 20, 2023
Las más claras del local estuvieron en los pies de González Metilli y en ambas ocasiones hubo distracciones defensivas del elenco de Almirón. En la primera, un centro largo de Villalba, el zurdo no pudo ajustar su tijera y el balón se fue al lado del palo; en la segunda, apresuró una mediavuelta de derecha cuando estaba solo adentro del área. Unos segundos después, Ávalos presionó a Roncaglia y Sergio Chiquito Romero le atajó su potente disparo de zurda.
A Boca le costó hacer pie por el rápido estado del campo y por la fragilidad de los volantes. Volvió a ser malo el rendimiento de Juan Ramírez. A Pol Fernández le quedaron demasiados espacios por ocupar y Payero no encontró su lugar. Por eso la sensación era que Argentinos lo estaba pasando por arriba.
Un punto de quiebre en el duelo fue la salida de Ávalos por lesión. Fue un golpe anímico para los locales porque en los instantes posteriores lució perdido, como carente de algo. Y Boca aprovechó ese momento para plantarse con más fuerza en el campo. Aparecieron las corridas de Villa y Santiago Montiel -el primo del campeón del mundo, Gonzalo- regaló un cruce fenomenal que debe valer lo mismo que un gol: yendo al piso le sacó la pelota al colombiano cuando se iba cara a cara con el arquero Alexis Martín Arias.
¿Jugadas de Boca? Una aparición profundo de Weigandt a pase de Advíncula que Martin Arias anticipó bien y una tijera de Roncaglia que pudo ser más peligrosa.
Y no come vidrios Almirón: para el complemento sacó a Ramírez y colocó a Alan Varela para fortalecer el centro del campo. Así, el ingresado se plantó de volante de inicio y Pol se corrió a uno de los costados.
No mejoró Boca, aunque sí dejó de ser muy superado. Siguió dominando Argentinos, pero no fue contundente. Juega bien el Bicho hasta que se acerca al área rival: ahí le cuesta sacar ventaja, tal vez porque no le sobra jerarquía en los ofensivos.
Leonardo Heredia casi coronó la mejor jugada colectiva de Argentinos, aunque su disparo se estrelló en el travesaño tras un muy mal cierre de Roncaglia, que luego se recuperó y pudo desviar el disparo.
Defendió Boca buscando una contra. Ya con la presencia de Varela logró más equilibrio. No pesaron tanto Montiel y Cabrera por los costados. La tuvo con Advíncula: el peruano enganchó con derecha, disparó de zurda y Martin Arias la sacó con el antebrazo.
El mérito de Almirón fue no resignarse con los cambios, aún cuando el equipo jugaba mal y era superado. Sacó a Benedetto y a Villa y mandó a la cancha a Merentiel y a Villa; puso a Medina por Payero. Podría haber optado por una modificación más defensiva el DT. No lo hizo. Y tuvo premio esa intención. Tal vez fue un regalo desmedido. Qué le importa a Almirón. Advíncula apareció por el sector izquierdo y metió un centro-pase de crack para que Merentiel toque al gol adentro del área chica. Iban 44 minutos. Así lo ganó Boca: acertando en una sola jugada.
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