En Navidad se va a cumplir un mes de la muerte de Diego Armando Maradona. Pero el paso de los días no ha menguado los recuerdos compartidos y los homenajes realizados para la máxima figura del fútbol mundial.
Otro fenómeno que se apropia de las cámaras y se anuncia minuto a minuto es la herencia. Muchos esperan expectantes para poder ver cómo se dividirá las excéntricas y diversas posesiones del Diego entre sus, hasta ahora, cinco herederos: Dalma, Gianinna, Jana, Diego Junior y Dieguito Fernando. Aunque claramente no se descarta la inclusión de otros hijos de Maradona, debido a que hay reclamos por paternidad en curso.
Este jueves comenzó el traspaso formal de los bienes a cargo de Sebastián Baglietto, quien es el administrador de la sucesión. En tanto, el lunes al mediodía comenzaron a trasladarse hacia sus oficinas los vehículos de lujo que conformaban la colección de Maradona: siete autos y una extravagante moto.
La logística consistía en llegar al lugar donde estaban guardados, para mover dos de los BMW, que son los que tenían menos uso, y la camioneta Mercedes Benz, de rodaje habitual. Pero los problemas aparecieron cuando intentaron mover uno de los vehículos en cuestión.
Resulta que aquel al que Maradona le plasmó su firma en el capot llevaba un año parado y no pudieron arrancarlo. Además, la grúa tampoco pudo ingresar para retirarlo. Es por esto por lo que intentarán en las próximas horas ponerlo en marcha con un mecánico.
La idea es que el administrador tenga todos los vehículos en su poder hasta que se complete la sucesión. Otro problema que deberá resolver es qué hacer con los que permanecen en el exterior: en Dubái, un Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros, y un BMW i8, tasado en 145.000 y en Brest, la famosa Overcomer Hunta.
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