Ricardo Coro, de Yrigoyen, habría recibido 18 puñaladas. Murió en el hospital de Orán. Hay tres detenidos por el crimen: dos menores y un mayor al que le dicen «Sapito».
El horrendo crimen de un joven conocido en Hipólito Yrigoyen sacudió ayer a los vecinos desde muy temprano. Ricardo Coro, de 21 años, fue mortalmente apuñalado en la madrugada del sábado y poco después falleció en el hospital de Orán.
Tres jóvenes fueron detenidos sospechados de ser los agresores. La hipótesis más firme es que lo habrían atacado para robarle el sueldo, que pocas horas antes había cobrado.
Cerca de las 6, vecinos del barrio 62 Hectáreas escucharon gritos de auxilio que venían del canal de riego que está al fondo. La voz provenía de un sector de malezas y aunque al principio se escuchaba fuerte de a poco se fue debilitando.
Una mujer, cuyos perros no dejaban de ladrar al escuchar la voz, fue hasta el lugar y encontró a un muchacho que agonizaba, con el torso desnudo y ensangrentado. La mujer llamó a la Policía, mientras otros vecinos llegaban al lugar al enterarse de lo sucedido, ya con la luz del sol casi a pleno.
Apenas llegó el patrullero los policías pidieron una ambulancia que en código rojo llevó al muchacho al hospital San Vicente de Paul, de Orán.
La primera información que se recibió sobre el estado del muchacho, antes de la autopsia, es que había recibido al menos 18 puñaladas, dos de las cuales fueron en el cuello y en el corazón.
Durante el traslado al hospital de Orán el joven pudo balbuciar que durante la noche había participado de una reunión con otros muchachos y que fue víctima de un violento robo.
Según una versión que informó Radio Uno de Yrigoyen, «lo último que pudo decir es su nombre, ya que cuando lo encontraron no tenía ningún documento ni nada que lo identificara», explicó el periodista Gabriel Ramírez, de esa emisora.
Ingresó a la guardia de emergencias, pero cerca de las 7.30 y a pesar de las atenciones médicas, el joven murió.
Investigación
Apenas la ambulancia había partido a Orán, la Policía inició la investigación. El lugar donde Ricardo Coro apareció mortalmente herido fue preservado, mientras se inició la búsqueda de testigos, entrevistas con la familia, la novia, amigos y compañeros de trabajo del joven apuñalado.
Ricardo trabajaba en una empresa de seguridad; el viernes había cobrado su sueldo y otros ingresos a través del Correo.
«Él acostumbraba a andar con todo el dinero en su billetera, con el celular y con su documento», declaró una persona que lo conocía.
Nada de esto tenía cuando lo encontraron en el canal.
La hipótesis del robo comenzó a afirmarse. Y por la agresividad con la que fue atacado se sospechaba que eran varios los atacantes.
Tomó intervención la fiscal penal de Orán, María Soledad Filtrín. Policías de la Brigada de Investigaciones, de Criminalística y de la comisaría 22 avanzaban con las investigaciones.
Arrestos
Antes del mediodía, Elena Coro, hermana de la víctima, lanzó un desgarrador pedido de ayuda a través de Facebook. «Yo soy la hermana, yo lo fui a ver a la morgue, yo vi como esta. Por favor le pido al que sepa algo o si lo vieron en compañía de otras personas avísenme. Lo apuñalaron, lo degollaron y en su último aliento solo pudo decir su nombre».
Varias fuentes contaron que Ricardo trabaja, no tenía antecedentes policiales. «Sí le gustaba juntarse con amigos y beber en ese contexto», dijo un muchacho que lo conocía.
Poco después de las 12 la Policía había identificado a varias de las personas que habían estado con él la noche anterior.
«Ahora estamos con la Policía porque van a detener a uno de los sospechosos. No puedo hablar más», dijo Elena escuetamente al diario El Tribuno.
Alrededor de las 15.30 se confirmó que efectivos de la Brigada de Investigaciones y de la comisaría 22 detuvieron a tres muchachos, sospechados de ser quienes habrían atacado a puñaladas a Ricardo para robarle.
Dos de ellos son menores de edad y por ello no trascendieron sus identidades. El tercero tiene 18 años y es conocido en Yrigoyen como «Sapito».
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