Senadores K “verdes” bajan esa línea en el bloque oficialista. También advierten que “el Gobierno no puede perder”.
Aunque votó a favor de la legalización del aborto cuando era senadora en 2018, ahora Cristina Kirchner quiere evitar ser la figura que defina la sanción de la ley en caso de que haya un empate entre el sector “verde” y el “celeste” en el Senado. Como presidenta de la Cámara alta, solo está habilitada a votar en caso de empate.
Los senadores oficialistas que articulan el sector “verde” y buscan hacer cambiar sus votos a algunos de sus pares “celestes” de bancada empezaron a bajar un mismo discurso: “Cristina no quiere desempatar”. A ese argumento suman otro: “El Gobierno no puede perder”, en referencia a que el proyecto de aborto legal fue enviado al Congreso por Alberto Fernández.
En las últimas semanas algunos especularon con que Cristina buscaría tener un protagonismo central en la sesión en la que se trate la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y que buscaría que la votación quedase igualada para poder desempatar al estilo de Julio Cobos y el desenlace agónico de la resolución 125.
Según esa especulación, la ex presidenta buscaría quedar como abanderada de los “verdes”.
Pero según hacen trascender en el Senado la posición de Cristina es otra. Fuentes pro y anti aborto de la bancada coincidieron en describir que puertas adentro de la Cámara alta la ex presidenta se muestra prescindente e imparcial.
Deja hacer y, aunque sea de forma pasiva, así permite que el tratamiento del proyecto avance. De haber querido empantanar hubiera podido demorar el arranque del tratamiento este lunes en comisión del proyecto o decidir que la comisión de cabecera para la discusión fuera Salud (la preside el “celeste” Mario Fiad) en vez de la Banca de la Mujer (la preside la “verde” Norma Durango).
La versión oficial de su prescindencia es que quiere evitar tensionar más la bancada oficialista del Frente de Todos. Se entiende: el bloque tiene 40 integrantes y hoy por hoy 22 son “verdes” y 18 “celestes”. Tras el tratamiento del proyecto en el recinto, Cristina deberá seguir liderando todo el espacio.
Entrarían otros elementos en la decisión de la ex presidenta. Uno, clave, es su especial relación con el Papa Francisco. El otro es político: en el tema aborto querría evitar quedar de un lado u otro, más allá de lo que piense íntimamente y de cómo votó hace dos años.
La pelea en el Senado asoma hasta ahora muy pareja y un escenario de empate no asoma en principio descabellado. Por eso, los “verdes” del oficialismo tienen la misión de evitar que la votación quede igualada.
Con el tucumano José Alperovich ausente -está de licencia tras ser denunciado por abuso sexual hace un año por una sobrina-, estarán en condiciones de participar de la sesión 71 senadores.
Alperovich votó en contra del aborto en 2018; fuentes del Senado descartaron de plano la posibilidad de que el tucumano pueda finalizar su licencia de manera sorpresiva para participar de la votación de la ley de aborto. “Sería un escándalo”, conceden en el sector “celeste”.
Aunque los senadores que estarían en condiciones de participar suman una número impar, igual podría producirse un empate en caso de ausencias o abstenciones.
Se rumorea, por ejemplo, que la senadora neuquina Lucila Crexell podría abstenerse porque no está de acuerdo con que la interrupción del embarazo pueda realizarse hasta la semana 14 de gestación. Desde ambos sectores tratan de convencerla de que los acompañe. Otro que se abstendría es el radical catamarqueño Oscar Castillo, quien en 2018 había votado a favor de la ley.
Se sabe que a Ernesto Martínez (Juntos por el Cambio-Córdoba) no le gusta la media sanción de Diputados, puntualmente el artículo que habilita a los sanatorios con médicos objetores de conciencia a derivar a las mujeres que soliciten la práctica. Pero nada indica que el cordobés vaya a conspirar contra la sanción de la ley.
Aunque las sesiones son remotas, en la del viernes pasado, cuando se aprobaron la nueva movilidad jubilatoria y el recorte de fondos a la Ciudad de Buenos Aires, hubo cuatro senadores ausentes.
Uno fue Carlos Menem, quien con problemas de salud -tiene 90 años- faltó a algunas sesiones este año. Desde los celestes aseguran que el riojano estará presente “sí o sí”. Habrá que esperar al martes 29, día previsto para la sesión, para corroborarlo.
Hasta la semana pasada, los punteos del sector “celeste” del Senado contabilizaban 36 senadores en contra, 34 a favor y Crexell.
Tras la media sanción del viernes pasado en Diputados, los números en el Senado se habrían emparejado. El pampeano Juan Carlos Marino, que votó en contra en 2018, ahora se está replanteando su postura.
La de las eventuales ausencias o abstenciones es una carta que tiene el Poder Ejecutivo para garantizarse la sanción de la ley. “Están jugando fuerte, vamos a ver a quién de los nuestros tocan. Van a operar con los gobernadores”, anticipa la movida una senadora “celeste”.
Tres ministros van al Senado
Los ministros de Salud, Ginés González García; de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, expondrán este lunes sobre el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) ante un plenario de comisiones del Senado, que dará inicio así a la discusión de la iniciativa que ya recibió media sanción de la Cámara de Diputados.
La intención de los senadores que están a favor de la legalización del aborto es emitir dictamen el jueves 17 y debatir el texto en una sesión virtual a realizarse el 29 de diciembre próximo.
Los funcionarios expondrán desde las 14 ante las comisiones Banca de la Mujer, Justicia y Salud, que conducen los oficialistas Norma Durango y Oscar Parrilli y el radical Mario Fiad.
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