La principal hipótesis que manejan las autoridades provinciales apunta a la ingesta de toxinas provocadas por la Marea Roja. Investigadores del INIDEP y el Conicet trabajan en la recolección de muestras para determinar la causa de las muertes de los cetáceos.
Crece la preocupación en la provincia de Chubut por la aparición de ballenas muertas en distintos puntos costeros. Hoy, tras los siete ejemplares encontrados en las últimas 48 horas, se sumaron otros dos y la cifra asciende a nueve, lo cual mantiene en vilo a las autoridades provinciales para determinar en qué circunstancias se dieron los decesos de los cetáceos.
Así lo confirmó esta mañana Fernando Bersano, titular de Flora y Fauna Silvestre de la provincia, en diálogo con Cadena Tiempo. “Tenemos dos reportes más y el número subiría a nueve. Uno es de la zona de El Pedral y otro sobre la zona de Cerro Avanzado. No se pueden asociar todos los casos a la misma causa, o por lo menos hay que esperar para hacer esa asociación”, dijo con cautela el funcionario, notoriamente preocupado por la situación.
Durante la entrevista radial, Bersano afirmó que “la hipótesis hasta ahora más fuerte sigue siendo la ingesta de toxinas de la Marea Roja, ya que es una temporada con valores muy muy altos”, aunque aclaró que “hay que esperar la determinación de tejido de toxinas”.
Frente a este escenario, personal del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y científicos del Conicet trabajan en la recolección de muestras de los tejidos de los ejemplares muertos para determinar los niveles de marea roja.
Así rescataron a una de las ballenas que aparecieron muertas en las costas de Península Valdés, en la provincia de Chubut.
El ingeniero químico Germán Marino, integrante del equipo de Salud Ambiental de Chubut, habló con la citada señal radial y precisó que “estamos ante la presencia de un evento que si bien sucede casi todos los años, esta vez tiene una intensidad muy poco habitual”.
“En moluscos encontramos concentraciones altísimas”, subrayó Marino, además de informar que habitualmente a partir de 400 unidades no se pueden consumir y “hemos encontrado 14 mil unidades y coincide con años donde ha habido letalidad en personas que los consumieron”.
Consultado por las razones que provocaron la floración extraordinaria de microalgas, el experto dijo que “las últimas lluvias arrastraron agua dulce al mar con muchos nutrientes y después hubo días de mucho sol y eso puede haber contribuido al crecimiento algal”.
En el marco del Plan Provincial de Prevención y Control de Marea Roja, las autoridades provinciales recomiendan evitar la ingesta de agua y alimentos provenientes de aguas marinas, debido a que su cocción “no elimina la toxina” que puede ser altamente nociva para la salud.
Inicialmente, seis ballenas francas aparecieron muertas el pasado miércoles en Península Valdés, mientras que ayer se reportó un séptimo hallazgo en Golfo Nuevo, de acuerdo a la información proporcionada por el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB).
Se cree que dos de las ballenas muertas estaban amamantando, por lo que se teme que aparezcan en breve los cadáveres de las crías.
“Ninguna de las ballenas evaluadas hasta el momento presentaron evidencia de lesiones traumáticas ni enmallamientos, y todas se encontraron con muy buen estado nutricional, con evidencia de contenido intestinal en algunos ejemplares, indicando su alimentación reciente dentro del golfo”, afirmó Agusina Donini, coordinadora de campo del Plan Provincial de Prevención y Control de Marea Roja, tras los primeros reportes.
Por su parte la doctora Marcela Uhart, co-directora del “Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral”, explicó que “los eventos con un número inusualmente alto de ballenas adultas muertas en un corto periodo de tiempo y en una misma área, pueden ser indicadores de variables ambientales locales que contribuyen a la muerte de las ballenas”.
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