El ex directivo de Syngenta se fue ante lo que consideró una maniobra para «intranquilizar los mercados» por la versión de que podría reemplazar a Sergio Massa en el Ministerio de Economía.
«A raíz de los rumores que circularon desde anoche y a los efectos de desactivar cualquier operación tendiente a intranquilizar los mercados le he presentado al Presidente @alferdez mi renuncia indeclinable como Jefe de Asesores de manera inmediata», escribió el ex directivo de Syngenta en su cuenta de Twitter.
En un posteo hilado, el ex asesor agregó: «Aprovecho este medio para agradecerle al Presidente por haberme honrado con este cargo y sabe que puede contar conmigo para lo que necesite». Es el tercer jefe de asesores del Gobierno que deja el cargo: primero fue Juan Manuel Olmos -asumió como vicejefe de Gabinete-, después Julián Leunda.
La renuncia fue sorpresiva, pero la permanencia de Aracre en el gabinete pendía de un hilo: tenía una mala relación con el primer anillo de relaciones del Presidente -Gabriela Cerruti y Julio Vitobello, entre otros- y el vínculo con Massa se deterioró con el correr de los meses.
Al ahora ex jefe de Asesores lo criticaban justamente por filtrar «off the récords» a los periodistas. El de estas últimas horas fue definitivo: Carlos Pagni dijo en su programa de este lunes de La Nación + que el ex funcionario sonaba como reemplazo del jefe del Palacio de Hacienda. Este martes, los mercados amanecieron alterados y el dólar paralelo trepó hasta los $418.
Cuando los rumores coparon por la tarde la agenda pública de Casa Rosada -la portavoz presidencial intentó desacreditarlos por las redes-, Aracre le dijo a Fernández que él no había tenido nada que ver. El lunes, habían almorzado a solas.
En paralelo, Cerruti lo cruzó: le resaltó al Presidente que no creía la versión del ahora ex funcionario. El jefe de Estado abonó esa idea. A las 18.20, Aracre anunció su renuncia por Twitter. Ocho minutos más tarde, Massa se hizo el desentendido: tuiteó una foto de la reunión que mantuvo en su despacho con Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, gobernadores electos de Neuquén y Río Negro, respectivamente.
Massa, que atraviesa momentos turbulentos por la crisis del programa económico, ya lo tenía a Aracre entre ceja y ceja. Al ministro nunca le cayó simpático que el ex directivo de Syngenta le organizara al Presidente reuniones en Olivos con algunos empresarios, y que no fuera invitado.
El ministro también le endilgó los trascendidos periodísticos que dieron cuenta de un posible desdoblamiento cambiario: dicen que Massa montó en cólera porque por esos rumores «perdió 400 millones de dólares».
En los últimos días, los cortocircuitos estuvieron vinculados a la política de tasas del Banco Central. La entidad se reúne este jueves. Se espera alguna definición.
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