El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del NIH estadounidense pidió que se investigue exactamente qué sucedió. En las últimas horas se supo que científicos del laboratorio de Wuhan se enfermaron con síntomas similares al coronavirus poco antes del inicio de la pandemia
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del NIH y el principal epidemiólogo del Gobierno estadounidense, advirtió recientemente que “no está convencido” que el virus SARS-CoV-2 se haya originado de forma natural.
En una entrevista reciente con el Instituto Poynter manifestó, respondiendo a la pregunta de si está convencido que el virus se originó de forma natural: “No, no estoy convencido acerca de eso. Creo que tenemos que continuar investigando qué pasó en China hasta que descubramos con las mejores de nuestras habilidades exactamente qué sucedió. Ciertamente, los investigadores dicen que seguramente emergió de un reservorio animal y de allí infectó a seres humanos, pero pudo haber sido de otra forma la irrupción, y debemos averiguarlo”.
La afirmación coincide con el hallazgo proveniente de China: revelaron que científicos del laboratorio de Wuhan se enfermaron con síntomas similares al coronavirus poco antes del inicio de la pandemia.
A pesar de que Beijing niega que el virus haya escapado del Instituto de Virología de la ciudad donde se originó el brote, las evidencias son cada vez más fuertes, y expertos piden una investigación a fondo sobre el tema.
No hay certezas sobre cómo se originó el coronavirus, y cada vez son más las voces que piden una investigación a fondo e independiente que dé cuentas sobre este tema. China, mientras tanto, hace todo lo posible para entorpecer cualquier intento de búsqueda de la verdad. Y Washington tiene sus ojos puestos en el asunto. Recientemente, un informe de inteligencia de EEUU afirma que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan se enfermaron en noviembre de 2019 y tuvieron que recibir atención hospitalaria. Esta información va en sintonía con los expertos que denuncian que el virus escapó del laboratorio en la ciudad china.
Según el informe, en 2019 varios científicos del laboratorio de Wuhan se enfermaron “con síntomas consistentes tanto con COVID-19 como con enfermedades estacionales comunes”.
De acuerdo a Natasha Bertrand, corresponsal en la Casa Blanca, “lo que asevera Fauci es muy consistente con lo que las fuentes nos revelan, que la información es muy inconclusa. Incluso el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que a pesar de que el reporte inicial decía que había una baja posibilidad de que el SARS-CoV-2 haya sido originado en un laboratorio, hay que investigar más a fondo, porque los investigadores no tienen toda la información que necesitan para descartar definitivamente esta teoría del laboratorio”.
“Lo que escuchamos de fuentes es que las agencias de inteligencia tienen muy poca confianza en los informes confeccionados por China sobre el origen del virus, y eso es todo lo que saben a este punto. Lo que Fauci dijo es consistente con lo que cree la administración de Joe Biden, que es que interpondrán todas las vías diplomáticas posibles para que se abran nuevas investigaciones por parte de la OMS, llegar al fondo de esto pero sin la influencia del gobierno chino, que fue la principal crítica de la investigación inicial, y así poder tener la imagen completa de lo que pasó”, precisó.
Por su parte, la corresponsal de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Kylie Atwood analizó las afirmaciones del experto: “No sorprende que el gobierno chino niegue todo tipo de irregularidad marcada en los informes de inteligencia confeccionados por los Estados Unidos. Es importante saber que no sabremos la versión completa de los hechos hasta que China no colabore en este sentido. Avril Haines, el Director Nacional de Inteligencia, dijo que no se sabe cuándo, dónde y cómo nació y fue transmitido originalmente este virus”.
El informe de inteligencia por parte de los Estados Unidos ocurrió en vísperas de la 74.º Asamblea Mundial de la Salud (AMS, que se llevará a cabo del 24 de mayo al 1 de junio), organizada por la OMS, en la que se discutirá, entre otros temas, sobre la necesidad de iniciar una nueva investigación sobre el origen del coronavirus.
Esta nueva revelación aporta un dato clave: noviembre de 2019. Esa fecha es importante porque para el momento en el que los científicos del laboratorio de Wuhan enfermaron con síntomas similares al coronavirus, también para esos días se presentaron los primeros casos de COVID-19 en la ciudad china. Beijing reportó el primer caso de una persona enferma el 8 de diciembre de 2019.
China se ha mostrado reacia a compartir información que permita a los expertos indagar mejor y saber cómo se originó esta pandemia que ha matado a casi tres millones y medio de personas en el mundo. Por ejemplo, Beijing no proporcionó los datos en bruto ni los registros del laboratorio de Wuhan sobre la extensa investigación que llevaron a cabo sobre el coronavirus en murciélagos, informó The Wall Street Journal.
Martin Makary, prestigioso médico, académico y profesor de la Universidad Johns Hopkins en EEUU, aseguró que es muy claro para él que el COVID-19 escapó de un laboratorio en Wuhan.
“The Wall Street Journal informa que los trabajadores del laboratorio del Instituto Wuhan de Virología se enfermaron en noviembre de 2019 y tuvieron que buscar atención hospitalaria. ¡Tenga en cuenta que los médicos de ese mismo hospital fueron detenidos por la policía!”, afirmó Makary en Twitter.
En esa misma línea, el empresario argentino Martín Varsavsky dijo en su cuenta de Twitter: “Cada vez hay más evidencia de que el virus salió de aquí (por el Instituto de Virología de Wuhan)”.
Sin embargo, las autoridades chinas niegan que el virus haya escapado del laboratorio. Shi Zhengli, directora del Instituto de Virología de Wuhan, le aseguró al equipo de la OMS —que viajó a China a principios de año a investigar el origen del virus— que todo el personal del laboratorio había dado negativo en los test de anticuerpos contra el COVID-19.
Richard H. Ebright, biólogo molecular de la Universidad de Rutgers y experto líder en bioseguridad, dijo que “está claro que el Instituto de Virología de Wuhan estaba construyendo sistemáticamente nuevos coronavirus quiméricos y estaba evaluando su capacidad para infectar células humanas y ratones que expresan ACE2 humano”.
Miembros del equipo de la OMS ya sabían que algunos científicos chinos se habían enfermado en otoño, pero desestimaron que esto fuera por causa del coronavirus, y lo atribuyeron a enfermedades estacionales.
La 74ª Asamblea Mundial de la Salud, que se llevará a cabo, como el año pasado, de manera virtual, “es, sin duda, una de las más importantes de la historia de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, advirtió su jefe, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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