El ministro de Seguridad recibió críticas por el rol de las fuerzas en el atentado contra Cristina Kirchner. Pero descarta cambios en la cúpula de la Federal.
En el entorno del hijo de la Vicepresidenta no terminan de digerir que el jefe de la Policía Federal estuviera fuera del país -en una cumbre de Interpol en Singapur- en el momento del atentado y, peor, que no apurara su regreso al país. «Me llamó para preguntarme si se volvía y le dije que no, porque nosotros el tema lo podíamos dominar y porque lo que él iba a hacer con Interpol para nosotros es fundamental», consignó Fernández ante los periodistas que cubrieron el viaje presidencial.
El ministro, que heredó a la cúpula policial de su antecesora Sabina Frederic, aseguró que no piensa en reemplazos inmediatos. «Lo primero que cuestiono es que vos no podés tener a un señor como en el caso de (Osvaldo) Mato -número 2 de la PFA-, como en el caso de Hernández, de 57, 58 años, yéndose a la casa», señaló.
Fernández relató que en su encuentro con Cristina después del atentado, la Vicepresidenta quedó conforme con las explicaciones. «Charlamos temita por temita y coincidimos casi en todo, por no decirte en todo», aseguró. Fernández dijo que la ex presidenta no responsabiliza a sus custodios por el ataque.
Por otra parte, el jefe de la cartera la Seguridad contó que recibió en Buenos un ofrecimiento de funcionarios de la agencia estatal estadounidense Homeland Security -con cuyo subdirector se entrevistó en Manhattan- para desencriptar el teléfono de Sabag Montiel. «Depende de la Justicia, ya no depende de nosotros», señaló.
El teléfono encriptado, los abogados de los copitos
Durante su estadía en Nueva York, Fernández dialogó con delegados de Homeland Security, la DEA, el FBI y la Policía de Nueva York. Funcionario récord -ministro de 4 presidentes en 5 administraciones- volvió a señalar la necesidad de investigar la financiación de «los copitos». «Todos estos no tienen ni estructura económica, ni capacidad intelectual, ni capacidad de cuadro para estar preparando una cosa de esas características», consignaron sobre el ataque.
El ministro no disimuló sus sospechas sobre cómo los acusados pagan a sus abogados: «Cobran un dinero que no se puede pagar vendiendo copitos de azúcar», dijo.
Fernández, que el martes acompaño al Presidente en casi todas sus actividades, hipotetizó sobre las razones que impidieron que el arma se disparara. «Nadie sabe si este pibe venía con el fierro encima o se lo alcanzan. Pero si lo lleva encima se abrumó y no se acordó que tenía que montar la pistola. Cuando llegó el momento, lo abrumó la gente, el ruido. Se impone la presencia de Cristina, es muy fuerte», teorizó sobre qué pasó por la cabeza de Sabag Montiel, a quien calificó como un eslabón «muy manijeado» de la cadena.
Fernández, que meses atrás sonaba en la secretaría de Energía, también cuestionó al ex presidente Mauricio Macri, que sugirió que todo el ataque se trató de “un loquito suelto”. «Eso es lo más poco serio e irrespetuoso, porque por una casualidad no la mató como un perro. Es importante ver si tuvieron un mínimo de entrenamiento. Una vez que se practicó 800 veces sale solo», sentenció.
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