El mediocampista de Liverpool, una pieza clave de cara a los duelos por las eliminatorias ante Chile y Colombia.
La selección argentina tiene un estilo definido de juego. Y se encarga de sortear cada escollo que le aparece por delante con planificación y dedicación. No hay un solo campeón del mundo que no se sienta parte de esta estructura ganadora y, al mismo tiempo, no hay nadie que crea que tiene su lugar asegurado. Ese “laurel conseguido” debe defenderse en cada convocatoria y partido a partido. Las copas levantadas se festejaron y quedarán por siempre en la retina de todos los protagonistas, desde Lionel Scaloni para abajo, pero los desafíos se renuevan y nadie se quiere bajar de un tren en movimiento que (creen) tiene aún muchos kilómetros por recorrer.
Alexis Mac Allister es uno de los campeones del mundo que disfruta de su presente, de lo que él es capaz de entregar y de la consideración que tiene sobre él el cuerpo técnico celeste y blanco, pero es el primero en saber que el día que se considere “intocable”, empezará a perder el puesto. Se trata de un caso emblemático por su evolución como futbolista. De enganche a mediocampista todo terreno, tal es así que ahora es uno de esos mixtos que también puede ejercer la función de volante central. Ya cuando surgió en Argentinos Juniors y luego cuando pasó a Boca (en un mercado de pases en donde otros grandes como Independiente y San Lorenzo también se pelearon por él; antes lo había querido River) se notaba que tenía una “cabeza diferente” en cuando a la visión de juego. Pero ahora, en Liverpool, disfruta del mejor momento global de su carrera. Primero de la mano de Jurgen Klopp, ahora con Arne Slot.
Este jueves el jugador de Liverpool se refirió al extraño contexto en el que la selección deberá presentarse, después de mucho tiempo, sin Lionel Messi ni Angel Di María. Se trata de la fecha FIFA de Septiembre, donde la Argentina deberá jugar como local ante Chile y visitar a Colombia en Barranquilla, por las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026. “Ya pasó una vez, un partido que no estuvieron los dos y que arrancaron como delanteros Lautaro Martínez y Julián Álvarez, pero está claro que son dos bajas significativas y el desafío que tenemos por delante como grupo es reemplazarlos bien, que no se noten las ausencias”, dijo Mac Allister en declaraciones a ESPN. ¿El contexto? Messi está lesionado y por eso se quedó afuera de los convocados por Scaloni; Di María se retiró del seleccionado después de la Copa América de este año.
Ante esa situación, la selección está en condiciones de afrontar el desafío porque, a lo largo de estos años, Scaloni logró armar una estructura en la que todos se esfuerzan y el medio campo se compone de mayoría de futbolistas que, en sus orígenes, fueron enganches: Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Giovani Lo Celso, Alejandro Papu Gómez, Enzo Fernández. Pero muchos de ellos tienen que, durante todo el partido o por pasajes, hacerse cargo del eje, ser el ‘5′, de la función táctica específica que ordena a todos los equipos.
“Desde el día que firmé en Liverpool me recibió, Klopp me dio un abrazo. No teníamos 5 definido y tuve que arrancar yo. Me criticaban y aún así él estuvo al lado mío, me defendió y me dio la oportunidad de jugar. Más que eso no le puedo pedir, estoy muy agradecido”, explicó en ESPN. Y aportó más datos de esa transformación que fue haciendo en Europa y que luego le dio réditos a la selección: “¿Soy 5? Depende el contexto. Yo lo que más quiero es poder ayudar al equipo. La temporada me tocó y siento que ayudé y estuve al nivel y lo hice bien. Pero hay una realidad, siempre jugué de 10 o de interno, entonces es muy difícil para mí. Sí puedo decir que siempre me gusta estar en contacto con la pelota y en el medio de la cancha. Si un técnico me pone de 5 creo que es porque piensa que puedo ayudar. Si jugué de 5 es porque he mejorado mucho mi lado defensivo”.
Y agregó: “Klopp me decía que puedo ser 5 si tengo que defender en espacios reducidos y recibo la colaboración del resto de los volantes, sé que cuando voy a los duelos individuales me puedo hacer fuerte. Ahora si tengo que hacer ese rol pero con un campo más abierto, que me demande una mayor cobertura de espacios en velocidad y solo, no, ahí se puede complicar más. Y yo coincidía con esa observación suya. No soy el típico 5 defensivo que la mayoría quiere en sus equipos. La mayoría quiere un 5 que corra, que les pegue a todos, jaja y que le dé las pelotas a los compañeros. Pero eso tampoco ya es tan definido y se ven más 5 con más volumen de juego”.
Así como en Liverpool Mac Allister juega mejor cuando el 5 es el japonés Wataru Endo, en la selección suele suceder lo mismo cuando aparece como 5 táctico Paredes. Pero puede cumplir esa función.
El ascenso de Mac Allister fue meteórico. Número 10 de nacimiento, fue incorporando nuevos conceptos y visión de juego para transformarse en un mediocampista completo. De hecho, era el más versátil de todos los que contaba Scaloni en Qatar y post mundial también. ¿Por qué? Volante ofensivo, doble cinco, por dentro, por fuera. Hasta de extremo. Porque todos los volantes se pueden adaptar a distintas posiciones, pero quizás ninguno en su totalidad como Mac Allister. El enganche explotó en la Premier League. El más polifuncional de todos los volantes argentinos. Hasta tiene juego aéreo para ganar en las dos áreas.
Pero la anécdota curiosa fue cuando Saloni lo puso por primera vez como ‘5′ en la selección, en la goleada ante Estonia por 5-0, el 5 de junio de 2022. “Fue el primer partido que Scaloni me puso de 5 y el partido donde dijo… ‘no lo pongo más de 5!’. La cagada a pedos que me pegó en el entretiempo…, pocas veces vista. Estábamos ganando, pero no le había gustado cómo estaba jugando de 5. Él hablaba de ese posicionamiento, no quería que vaya tanto a los costados. Y yo, en ese afán de querer mostrar y de no quedarme ahí paradito… porque encima era un rival defensivo y había espacios para ir para adelante, entonces me mandaba…”.
Scaloni entraba en la cuenta regresiva para definir la lista que luego iría al Mundial de Qatar y exigía la polifuncionalidad de los intérpretes pensando en la cita máxima, claro. Esa tarde, la selección formó con Armani; Molina, Pezzella, Lisandro Martínez y Acuña; De Paul, Mac Allister y Papu Gómez; Julián Alvarez, Messi y Joaquín Correa. Más allá del enojo de Scaloni en el entretiempo, recién lo reemplazó a Mac Allister a los 21 minutos del segundo tiempo: ingresó por él Juan Foyth.
El DT ya había probado ahí a Paredes, Guido Rodríguez; luego también llegarían los momentos de Enzo Fernández y Exequiel Palacios, que si bien no eran números 10, eran también del estilo de mediocampistas mixtos con más ‘buen pie’ que sacrificio defensivo, de esos futbolistas con jerarquía que pueden aportarle al equipo tanta presión colectiva como proyección ofensiva. Hoy, daría la impresión que ese puesto de 5 táctico en la selección -aunque Guido Rodríguez sigue estando como alternativa- se lo pueden repartir entre Paredes, Enzo Fernández y Mac Allister. Los dos últimos da la impresión que, donde mejor se sienten, es jugando más adelantados, pero -sobre todo Mac Allister- actúa como soldado que acepta el rol que el equipo necesita de él.
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