El jueves los encartados tendrán oportunidad de declarar.Las pruebas reunidas por los fiscales son abrumadoras. Se espera una condena ejemplar.
Tras escuchar a los últimos testigos, anoche el Tribunal de la Sala IV de Juicio fijó para el jueves el turno de los alegatos, según informó El Tribuno.
Será una jornada tensa, ya que el fiscal de la causa Ramiro Ramos Ossorio sustentó durante todo el debate la carátula por la que venía requerido Santiago Zambrani y parte de su familia. De manera sistemática y con aportes científicos de peritos forenses y de otras ramas de la criminología trató de demostrar a las claras la conducta homicida del implicado y su responsabilidad en el crimen.
También durante el debate quedó clara la participación de terceras personas, es decir aquellas que están requeridas como partícipes secundarios.
Las distintas ponencias de los testigos, y sobre todo la de los peritos y forenses, mostraron que incluso pudo haber una obstrucción de la investigación para encubrimiento del delito.
La defensa tendrá una sola oportunidad, aunque lejana, de rebatir lo testimoniado durante las jornadas de debate.
El exremisero y supuesto dealers de drogas Santiago Alfredo Zambrani está acusado del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género en calidad de autor material, en perjuicio de Paola Mariana Álvarez. Sus padres, Amelia Inés Huergo y Alfredo Francisco Zambrani, están acusados de ser partícipes secundarios del delito de homicidio doblemente calificado.
El móvil
Algunas cosas quedaron disonantes con la pulcritud de la investigación en lo que al crimen en sí y su mecánica se refiere. Es el tema del verdadero móvil que tuvo el acusado para quitarle la vida a Paola Alvarez.
Sobre este punto no hay certeza alguna, ya que para los familiares directos de la joven, el amor, romance, noviazgo o relación consentida no tiene asidero, pero los testigos aportaron con claridad meridiana que la verdadera actividad productiva del acusado no era el transporte de personas en su remise, sino el delivery de drogas.
Este punto dividió las aguas e incluso dejó entrever que podría haber -si el tema pasara por la droga- un autor intelectual de la desaparición y muerte de la joven madre.
Es algo pendiente, que no puede cambiar -quizá- la autoría real del crimen, aunque podría aportar la fuerza de la verdad sobre un caso en el que se dijo de todo en un momento, menos la verdad.
Los alegatos serán un buen momento para aportar lo que quedó casi en el limbo y gran parte de esta verdad la tienen -obviamente- los acusados, quienes sobre este punto nada aportaron.
Varios testigos señalaron la existencia de mensajes intimidatorios que había recibido Paola en su celular desde un número desconocido.
Allí le decían que sabían dónde vivía y que se cuidara. Pero fueron más allá y le dijeron incluso que cuidara a su hija. Esos mensajes no fueron de un despechado ni de una persona que recibió una promesa de amor, sino que hablan de otra cosa.
A esas amenazas una testigo las ubicó en el tiempo y aseguró que fueron enviadas al celular de Paola solo días antes del conocido trágico final.
Los rasgos de madre e hijo
En una de las tantas audiencias, una de las médicas psiquiatras del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) informó al tribunal sobre su análisis profesional de las personalidades de Santiago Zambrani y de su madre Amalia Huergo.
Sobre Santiago Zambrani fue lapidaria al asegurar que el principal acusado presenta al momento que vive una anestesia emocional que le impide colaborar. Lo catalogó de ser un hombre con rasgos y personalidad psicopática narcisista, y agravó su cuadro al asegurar que su personalidad se vio afectada por su consumo de alcohol y sustancias estupefacientes.
Por otra parte, la psiquiatra sostuvo que la madre del principal acusado tiene rasgos manipuladores, tendencia a la mendacidad (mentiras) y discurso contradictorio.
La profesional aseguró que Amelia Huergo además tiene una clara inclinación hacia la dramatización, y estableció los rasgos de la personalidad de la mujer rayanos en la psicopátía.
El crimen
El 6 de mayo de 2017 la madre de Paola Mariana Álvarez denunció la desaparición de su hija, quien aparentemente mantenía una relación no aclarada nunca con Santiago Alfredo Zambrani. Se probó que la víctima había estado la noche anterior con el imputado y su cuerpo fue hallado el 17 de agosto de 2017 en el camino de cornisa de la ruta nacional 9, kilómetro 1640.
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