En su presentación, el expresidente asegura que Florencia Aguirre busca perjudicarlo y que “forma parte de una maniobra mayor”, ya que nunca habría ingresado a la Quinta de Olivos. Mañana se sortea el juzgado que tomará la causa.
El expresidente Alberto Fernández denunció este jueves a la esteticista de su expareja, Fabiola Yáñez, por falso testimonio. La apuntada por el ex jefe de Estado es Florencia Aguirre, quien según la presentación judicial busca perjudicarlo y “forma parte de una maniobra mayor”, ya que nunca habría ingresado a la Quinta de Olivos. Mañana se sortea el juzgado que tomará la causa.
Fernández sostiene que Aguirre “fue preparada por alguien”, ya que hace referencia a que recuerda datos precisos de “hace tres años”, y hace hincapié en que “debe afrontar las consecuencias de sus actos maliciosos”.
En su presentación, el expresidente exige que se allane el domicilio de la denunciada, así como también su lugar de trabajo. El objetivo del operativo es secuestrar su teléfono, computadora, notebook, y “todo tipo de dispositivo electrónico”.
“Estoy muy angustiada. Recibí mensajes en mi Instagram. Tengo miedo por mi y por mi familia”, afirmó Aguirre en el programa ¿La Ves? de TN. “La vi con un golpe muy fuerte, tenía un hematoma amarillo”, indicó la esteticista. “Después de contarlo ante la Justicia, me allanaron mi casa”, informó.
“Me sugerían que diga la verdad, que no caiga en esta mentira”, contó sobre las amenazas recibidas. Luego, Aguirre explicó: “Yo dije la verdad, fui a declarar porque Fabiola era clienta mía desde hace mucho tiempo. Un día que voy a atenderla y la veo con el hematoma en el ojo”.
Respecto de las fotos que presentó Yáñez como prueba en la causa, la esteticista narró: “Ella me dijo que fue Alberto sin querer. Yo no le creí, pero no le dije nada”.
“Él sabe que yo no le hice nada a Fabiola ni a él, me conoce”, aseguró sobre el expresidente. “No tengo por qué mentir. Ella no me hubiese llamado más si le hubiese hecho algo”, remarcó, al tiempo que ratificó que “hasta noviembre de 2023 ingresé a la Quinta de Olivos. Primero en la residencia y después en el chalet de huéspedes”.
“La última vez que los vi, él entró enojado, empujando la puerta bruscamente. Pero nunca vi ningún tipo de maltrato, a lo sumo entraba sin saludar”, explicó Aguirre. “Yo no tengo nada que me respalde. Hasta hoy a la tarde no tenía abogada”.
Fuente: TN
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