La consultora Analogías, cuyos números sigue con atención la agrupación de Máximo Kirchner, marca una fuerte caída en los números del Presidente y un alza del pesimismo sobre la situación económica
Pesimismo con el futuro de la economía, una creciente mala imagen del presidente Alberto Fernández y un aplazo generalizado a la gestión económica del Gobierno: esos datos resaltan en el último estudio de opinión pública a nivel nacional que publica Analogías, la encuestadora preferida de los líderes de La Cámpora.
El informe, basado en 2769 entrevistas telefónicas entre el 29 y 31 de mayo, muestra al Presidente en su peor momento de popularidad, con una caída de la imagen positiva del 38,5% al 35,4% en un mes y un alza del 58,8% al 61,6% de la negativa, lo que lo deja con un diferencial de -26,2.
La política económica del Gobierno registró una desaprobación de casi el 70%, mientras que un 80% de los entrevistados manifestó no percibir una recuperación de la actividad económica y de los ingresos, en disonancia con el discurso oficial que baja de la Casa Rosada.
Analogías constata, al igual que la mayoría de las consultoras, el pesimismo social que reina entre los argentinos. Ante la pregunta “¿cómo cree usted que va a ser la situación económica en los próximos dos años?”, el 67,2% dice que estará peor, contra apenas un 24,8% que vislumbra una mejora. Esos números crecen aún más entre los jóvenes. El número es apenas menor que en abril (68,5%), aunque sigue claramente en cotas altísimas.
La encuestadora Analogías fue propiedad de Analía del Franco hasta 2017, cuando pasó a manos de Pablo Mandia, un exfuncionario del área de comunicación oficial durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner. La empresa negó siempre las versiones de que trabaja para La Cámpora o que tiene como cliente a la agrupación que conduce Máximo Kirchner. Sin embargo, dirigentes camporistas confirman que consumen habitualmente los datos de Analogías, a la que tienen como referencia para el análisis de la opinión pública.
La agenda de Cristina
El corte de mayo de su encuesta periódica incluye una serie de preguntas vinculadas a proyectos que impulsa el kirchnerismo en disidencia con las políticas de Fernández y de su ministro de Economía, Martín Guzmán. Consulta a los entrevistas, por ejemplo, sobre si el Gobierno debería congelar los precios de los productos de la canasta básica hasta fin de año (algo por lo que presionan algunos dirigentes cristinistas). Más del 50% dijo estar “muy de acuerdo”, según el reporte. Y en total el apoyo es el 68,4%, contra un rechazo del 25,9%.
En otro apartado, se pide opinión sobre el proyecto de ley impulsado por los senadores de Cristina Kirchner para pagar la deuda del FMI con dinero recuperado de la evasión de dólares al exterior. El 55,1% se expresó de acuerdo, señala Analogías. El proyecto está en discusión en la Cámara de Diputados, con pronóstico reservado.
Se pregunta también por la moratoria previsional impulsada por el kirchnerismo desde el Senado para que puedan jubilarse personas que no tienen los aportes necesarios. El 57,2% lo apoya. Más dividido es el panorama ante la consulta sobre la necesidad de una reforma laboral: el 25% dice que hay que hacerla para dar “más derechos a los trabajadores”, el 18,4% la rechaza, un 15,7% pide una reforma sin perder derechos y un 15,5% apoya un cambio “con menos derechos”. Otro ítem refiera al estatus de YPF, la petrolera en cuyo acto de aniversario chocaron nuevamente Cristina Kirchner y Alberto Fernández el viernes pasado. “¿Cree que debería ser privatizada como se hizo hace 30 años?”, es la pregunta a la que el 46,4% respondió que no, contra un 34,4% que dijo sí. Además, el 50,4 dijo que “la concentración y los monopolios son un problema para la economía argentina”.
“La serie extendida de datos presenta una pérdida de volumen y de intensidad de la base de apoyo al Gobierno. Pero ese fenómeno no debe confundirse con una aceptación mayoritaria y lineal de la agenda de la oposición de derecha en la Argentina, representada con matices por Juntos por el Cambio y el espacio de la ultraderecha”, dice el informe. Considera que la agenda opositora “registra niveles (de apoyo) mucho menores que su sobrerrepresentada presencia en el debate público”. Y señala, como contracara, “la debilidad y la falta de elocuencia programática del espacio peronista (por fuera de los límites de su debate interno), y su baja influencia para representar a una fracción de opiniones mayoritaria que, observamos, acuerda con las instituciones del derecho social, el rol del Estado y el régimen labora de la Argentina”.
El estudio se basa en 2769 casos efectivos (entrevistas telefónicas, formato IVR fijo y móvil) tomados el 29, 30 y 31 de mayo en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, con un error muestral de +/-2% en un nivel de confianza del 95%.
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