La explosión se produjo durante la plegaria de la tarde en la ciudad de Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán. En el interior del templo había unas 260 personas.Al menos 47 personas murieron y unas 150 resultaron heridas en una explosión al interior de una mezquita dentro del cuartel general de la policía de Peshawar, en el noroeste de Pakistán.
El ataque suicida se produjo durante la plegaria de la tarde en Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán. La mezquita estaba situada cerca de un bloque de viviendas de la policía, en cuyo interior había unas 260 personas cuando se produjo la explosión, según la policía.
“Estoy aquí en el lugar de los hechos y se están efectuando las tareas de rescate”, dijo el vicecomisionado de la ciudad de Peshawar, Shafiullah Khan. “Más cuerpos están siendo retirados. En este momento nuestra prioridad es salvar a la gente enterrada bajo los escombros”, agregó.
Tras el ataque las autoridades paquistaníes decretaron alerta máxima en todo el país.
Un oficial de la sala de control de la Policía en Peshawar, Behzaad Khan, había adelantado que un atacante suicida detonó su carga en la mezquita situada en la zona de Police Lines.
“Ha ocurrido durante las oraciones. Se ha derrumbado un edificio de dos plantas”, declaró un testigo presencial al canal de noticias local Geo TV, afirmando que se encontraba justo fuera de la mezquita cuando se produjo la explosión.
“Recibimos 19 muertos y más de 90 heridos por la explosión”, dijo Mohammad Asim, portavoz del hospital Lady Reading de la ciudad, antes que las autoridades eleven el saldo del ataque. “Muchos otros se encuentran en estado crítico”. La fuente señaló que el centro médico se ha visto obligado a hacer un llamamiento a donar sangre para tratar a las decenas de heridos, mientras más víctimas continúan llegando al recinto.
Hay más víctimas enterradas bajo los escombros, según la policía.
Imágenes de la cadena estatal PTV mostraban a policías y residentes trabajando para retirar los escombros y cargando a hombros a los heridos. “Una parte del edificio se derrumbó y se cree que hay varias personas bajo los restos”, dijo el agente de policía Sikandar Khan.
Shahid Ali, un policía de 47 años que sobrevivió a la explosión contó a AFP que la detonación se produjo unos segundos después de que el imán comenzara la plegaria. “Vi una humareda negra subir al cielo. Salí corriendo para salvarme”, relató. “Todavía escucho en mi cabeza los gritos de la gente. Gritaban pidiendo ayuda”.
Por el momento, ninguna formación insurgente ha reivindicado la autoría del ataque.
El último atentado contra un centro religioso en Pakistán tuvo lugar en la misma ciudad de Peshawar en marzo de 2022, cuando un atacante suicida detonó sus explosivos en una mezquita de la minoría chií dejando 56 muertos y casi 200 heridos. Este atentado, reivindicado por EI-K, la rama local del grupo yihadista Estado Islámico, fue el peor sufrido por Pakistán desde 2018.
Pakistán enfrenta en los últimos meses un deterioro de la situación de seguridad, en particular desde que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021.
Tras varios años de una calma relativa, volvieron a producirse atentados de la rama pakistaní de los talibanes, Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), del EI-K y de grupos separatistas baluches.
Pakistán reprocha a los talibanes que deja que estos grupos utilicen su territorio para planificar los ataques, algo que las autoridades de Kabul niegan.
Agregue un Comentario