Investigan a la empresa presidida por Lucio Paz Posse por más contrataciones de $15 millones en las que intervino el empresario detenido.
La investigación de la Justicia Federal sobre el prolífico y bien contactado empresario Matías Huergo abarca un importante capítulo en su relación con la Compañía Salteña de Agua y Saneamiento Sociedad Anónima (Cosaysa), que dirige Lucio Paz Posse, desde diciembre de 2017.
En la causa, que llevan adelante el juez Julio Bavio y el fiscal Ricardo Toranzos por evasión tributaria, se pone la mira en ocho contrataciones de obras y tareas de Aguas del Norte en la que participó Huergo con sus múltiples empresas. Esos emprendimientos suman liquidaciones por más de $15 millones que están bajo sospecha por posibles sobreprecios, direccionamientos y retornos en los que habrían participado directivos de Aguas del Norte.
Si bien las denuncias por fraudes en perjuicio de los fondos públicos que están a cargo de Cosaysa quedaron en manos de la Justicia provincial, al igual que las acusaciones en el mismo sentido que corresponden a la Municipalidad capitalina y a la Provincia, en el expediente de la investigación federal que se dio a conocer tras la detención de Huergo se dejan en evidencia serias irregularidades en la administración de la empresa estatal que configurarían delitos aún peores de los que se le imputan al, hasta ahora, único detenido.
Se puso a luz, también, el aceitado mecanismo con el que se habrían direccionado obras desde el Estado. La operatoria está tan bien detallada en la causa que bien podría ser un excelente manual para entender los casos más resonantes de corrupción que se investigan a nivel nacional por estos días.
Un ejemplo. En el expediente se transcribe una escucha telefónica entre Huergo y Aníbal Anaquín, coordinador Legal y Técnico del vicegobernador Miguel Isa y uno de los titulares del estudio de abogados del imputado, en la que se evidencia cómo se «invita» a empresarios amigos a participar de licitaciones que ya habrían estado arregladas de antemano.
«Goma me pidió usar a Santiago para facturar, porque son dos obras que nos da, dos obras muy buenas, así que por eso me quería juntar con vos…», le dijo Huergo a Anaquín. «Goma» es el director de Aguas del Norte Sebastián Gomeza (otro conocido de Isa durante su gestión municipal), y «Santiago» es el nombre en código con el que se menciona a Secsa, una de las firmas de Huergo.
En otra comunicación entre los nombrados se advierte que la obra que habría sido concesionada fue la demolición de dos torres de agua en el barrio San Remo, que estaban en peligro de derrumbarse.
Ese trabajo, que terminó por concretarse a fines del año pasado, se contrató por $3.877.685, según consta en la investigación judicial. Se consigna, además, que la obra habría tenido un sobreprecio de casi $2 millones, de acuerdo a la denuncia de un extrabajador de la demolición, quien constató que había sido contratado, sin saberlo, por Arcadio Obras Eléctricas, otra de las empresas creadas por Huergo.
En la causa también figura la denuncia de un conocedor de los manejos de Huergo, cuya identidad se mantiene en reserva, en la que enumera supuestas maniobras ilícitas efectuadas por Aguas del Norte y las empresas del imputado (entre ellas Arcadio, Avan y Kuga) en diversas contrataciones de servicios y obras en las que «se direccionaban las licitaciones públicas o los concursos de precios».
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