La desembocadura del Canal Velarde en el Río Arenales genera preocupación por el estado de abandono en el que se encuentra con agua podrida y mucha basura, en plena época donde prolifera el mosquito propagador del dengue.
La ubicación es sobre la rotonda que une las avenidas Hipólito Irigoyen y Discepolo, entre la zona sur y este de la ciudad.
“Es una situación de abandono total”, expresan los vecinos del lugar, cuya obra tiene 10 años.
La zona está cubierta de una vegetación que muestra lo descuidada que está la zona, donde también abunda el agua estancada y podrida.
Al paisaje se suma mucha basura que varios arrojan circulan a través de caminos internos abiertos entre la maleza.
Una fotografía bien tomada puede mostrar la zona como si fuera un paisaje paradisíaco de algún espacio natural cuidado, pero en el lugar los olores nauseabundos hacen bajar a la realidad.
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