Pasajeros se quejaron ayer viernes porque bajaron en medio de la lluvia a la pista. Antes se operaba con tres mangas de embarque y desembarque.
A pesar de los anuncios de expansión y mejoras en el aeropuerto Martín Miguel de Güemes, los problemas básicos de infraestructura continúan afectando a los pasajeros que transitan por la terminal aérea más importante del norte argentino. Ayer, pasajeros, bajo la lluvia, se vieron obligados a descender de un avión por falta de mangas operativas.
Según fuentes, de las cinco posiciones disponibles para el embarque y desembarque de pasajeros, actualmente solo una manga está en funcionamiento, aunque siempre se contó con tres. Dos de estas han quedado fuera de servicio: una debido a un desperfecto que lleva años sin resolverse y la otra con el piso roto desde hace más de un mes.
Falta lo básico
Si bien las conexiones internacionales y el crecimiento de la conectividad son logros que se deben celebrar, la falta de elementos básicos para una mejor operatividad diaria del aeropuerto genera preocupación, sobre todo para una plaza turística como Salta.
Por estos días, en el aeropuerto se ejecutan obras de ampliación, pero fuentes señalan que no se pone el foco en las condiciones de operatividad y que aeropuertos como el de Tucumán tienen mejores condiciones, incluso para vuelos de carga.
Ayer, los turistas veían no solo cómo se mojaban sus equipajes, sino también ellos mismos. Es un mal recibimiento para las personas que apuestan por la actividad en la provincia. «Esto lleva tiempo así y nadie hace nada», dijo un trabajador, quien apuntó al ORSNA y a Aeropuertos Argentina 2000.
Obras
A principios de mes, se informó que las obras de ampliación para la zona de pasajeros ya alcanzaron el 50% de la etapa de demolición y que se espera un crecimiento del 65% en la superficie de la terminal.
Salta es una puerta para la región por sus conexiones con ciudades como Lima, San Pablo y, próximamente, Asunción del Paraguay a partir de febrero de 2025, pero el aeropuerto debe ofrecer un servicio acorde.
La falta de mantenimiento en aspectos esenciales, como las mangas para el embarque, genera una mala experiencia para los visitantes.
Las obras actuales incluyen la demolición del área de check-in, la construcción de un hall provisorio y mejoras en edificios periféricos como la subestación transformadora y la sala de bombas. Los pasajeros que viajan en vuelos nacionales a destinos como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, así como aquellos que llegan desde el extranjero, deben lidiar con un servicio deficiente que no se condice con la imagen que se intenta proyectar.
Fuente: El Tribuno
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