Pese a que el delito prescribió y a que el conductor ya no podría ser condenado, esta alternativa serviría para que la Justicia dictamine si el abuso existió.
La denuncia por abuso sexual infantil contra Jey Mammon sacudió al mundo del espectáculo, y tras la suspensión momentánea que Telefé decidió sobre la participación del conductor en La Peña de Morfi, su denunciante Lucas Jorge Benvenuto (30) se mantiene en silencio.
Aunque la causa que el joven inició en 2020 contra el músico por haberlo abusado desde sus 14 a sus 17 años prescribió por el paso del tiempo, todavía tiene un elemento clave para que la investigación se desarchive y avance.
«Por ahora, Lucas no intentó el juicio por el derecho a la verdad. Pero está a tiempo», explica en diálogo con Clarín el abogado Javier Moral que patrocinó al joven en sus otras dos denuncias por abuso sexual infantil.
La importancia de este tipo de juicio radica en que atribuye responsabilidad, es decir, indica que una persona cometió los delitos. Pero no fija una condena porque la prescripción ya operó.
«En Argentina se desarrollan pocos juicios por la verdad», confirma a Clarín la abogada Nadia Marina Rivas, una de las abogadas de las víctimas de Alberto Cirulnik, ex director médico del colegio ORT. Justamente Casación habilitó este juicio el año pasado pero confirmó la imposiblidad de condenar al acusado por las acusaciones de abusos a niñas y niños, debido al paso del tiempo.
A diferencia de las causas en que Moral patrocinó a Lucas contra el profesor de música Marcelo Rocca Clement -cómplice de Jorge Corsi en la banda de los «boy lovers»- y el librero Roberto Santy Lozano -ambos condenados-, la denuncia contra Mammon la instó sin letrado y durante la pandemia.
Se mantuvo el hermetismo desde que se inició el expediente en 2020 hasta que el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 3 sobreseyó al conductor televisivo en marzo de 2021 porque había pasado el plazo permitido para investigar. Ya que había prescripto en 2019 porque los abusos habrían ocurrido desde 2007 hasta 2010.
Además de que el proceso judicial duró menos de un año, el otro punto llamativo es que «la misma fiscalía instó la prescripción», confirma el abogado. De hecho, Lucas contó en el programa A la tarde, de América, la charla que tuvo con la titular de la fiscalía.
«La fiscal me dijo que no podían hacer nada porque el caso prescribió, también sostuvo ´si vos querés hacer visible este caso en los medios, tenés que saber que no vas a lograr nada de parte de nosotros porque prescribió´», recordó durante la entrevista en que dejó entrever que Mammon lo había abusado de pequeño.
Es clave tener en cuenta cómo funciona la prescripción, la cual dependerá del tipo penal. «Los delitos (de abuso) prescriben cuando se cumple el máximo de la pena. Por ejemplo, el homicidio prevé prisión de 8 a 25 años, pero prescribe a los 15. En cambio, el abuso sexual prevé de 6 a 15 años de prisión y prescribe a los 15», aclara el penalista Alfredo Vitale, quien representó a una de las víctimas del «ciudadano ilustre» de Gualeguaychú, Gustavo Rivas, condenado por corrupción de menores.
Y destaca que son considerados delitos graves los que «prevén una pena de más de 20 años o perpetua, dado que menos de 15 años puede tener salidas alternativas o laborales según la ley 24.660 de la pena privativa de la libertad».
Otra cuestión fundamental en los casos de abuso de niños y niñas es que recién en 2011 la forma de contar el plazo de prescripción cambió a favor de las víctimas. Y se volvió a modificar en 2015.
Según la denuncia, Lucas sostuvo que fue abusado por Mammon de los 14 a los 17 años, es decir desde el 2007 al 2010, entonces el juzgado al momento de resolver la prescripción no pudo aplicar la ley dictada en 2011.
Esa norma es la ley 26.705, más conocida como «ley Piazza» (por el modisto), que modificó la prescripción del abuso sexual en la infancia. Estableció que ese plazo empieza a correr desde que la persona abusada cumple 18 años.
Pero con el correr del tiempo, y los pedidos de imprescriptibilidad de estos delitos, en 2015 hubo una última modificación. Se sancionó ley 27.206 de “Respeto a los tiempos de las víctimas de delitos contra la integridad sexual”.
La ley no solo cambia la prescripción de los delitos sexuales, sino también los de la trata de personas. Desde ese momento se dispuso que la prescripción se suspende ante dos condiciones: mientras la víctima sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido los 18 años la persona denuncie o ratifique la denuncia realizada por sus representantes legales cuando era menor.
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