Por Roberto Ibarguren Zorreguieta*
Se torna imprescindible la revisión y prevención de esta acordada y ampliada ecuación geopolítica surgida, así como su proyección peligrosa y negativa para Argentina y la América del Sur, recientemente concretada por el Presidente Luis Arce y el Ministro de Defensa de Irán Mohammad Reza Asthiani, conteniendo un Memorándum de Entendimiento, ampliatorio de la cooperación bilateral preexistente en el campo de seguridad y defensa, según lo informara escuetamente la Agencia Estatal IRNA, y que fuera rubricado en Teherán por el Ministro de Defensa de Bolivia Edmundo Novillo Aguiar y su colega iraní Mohammad Reza Asthiani.
El mismo, en aparente resguardo de mayor contenido, destaca importante ayuda a Bolivia en su lucha contra el narcotráfico y un refuerzo significativo de la vigilancia de sus fronteras, incluyendo la venta de material militar y entrenamiento de personal. Además, el Instituto de Estudios para la Guerra (ISW) de Irán, proveerá sus drones a las autoridades de La Paz, y tecnología avanzada según el ministro Novillo, que agrega además cooperación en ciencia, defensa, y seguridad.
La mencionada cooperación bilateral se viene estrechando desde el inicio del primer gobierno de Evo Morales y de Ahmud Ahmadinejad, entonces presidentes, inicialmente para la producción de alimentos y medicinas, incluyendo nexos culturales, científicos, y tecnológicos.
Ya en septiembre 2022, los actuales mandatarios de Bolivia e Irán Luis Arce y Ebrahim Raici, se encontraron en la 77 Asamblea de la ONU, avanzando en dichas negociaciones.
La oposición política boliviana rechazó y se lamentó de la relación con países que violan abiertamente los derechos humanos como Rusia, Venezuela, Nicaragua, e Irán.
Esta síntesis informativa por ahora, es la base conocida de dicho acuerdo bilateral, por lo que sería necesario lograr un análisis más completo y ratificante de los contenidos de dicha cooperación bilateral, completamente opuesta a las Cartas de la ONU y de la OEA, sobre derechos humanos y democracia representativa, lo que debería obligar a la adopción de una posición sólida al gobierno argentino incluyendo la oposición política de nuestro país.
Este acuerdo de Bolivia con Irán, por otra parte implica la lisa y llana intromisión de un régimen dictatorial extraño, ajeno y absoluto, como el vigente en esa nación, totalmente incompatible y opuesto con los contenidos de libertad, institucionalidad democrática, y respeto a los derechos humanos vigentes en la América del Sur por ahora, con excepción ciertamente de lo que ocurre en Cuba, Nicaragua, y Venezuela.
Ello obliga a rechazar de plano la pretendida injerencia iraní en nuestra región, y mantener rígida resistencia a la militarización y aplicación de inteligencia dictatorial y fundamentalista propia de esa cultura, en nuestro medio.
*El autor es exProfesor e Investigador Asociado, Universidades Nacional de La Plata, y Católica de Salta, Graduado en las Universidades de Cuyo y de Córdoba.
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