En medio de una ingesta alcohólica, en el paraje Finca Las Costas, dos familiares lo rodearon, comenzaron a tocarle las piernas e incluso quisieron bajarle el pantalón. El joven, de 26 años, reaccionó, se defendió a golpes y logró escapar.
Todo se desarrolló en una casa de Finca Las Costa, en Quebrada El Astillero, donde un joven salteño de 26 años, quien reside en barrio El Carmen, se hallaba junto a su tío, de 57 años y su primo, de 31, con quienes se había reunido el sábado pasado a fin de compartir unos vinos, según publicó Informatesalta.
Como suele suceder, la ingesta se extendió y cuando cayó la noche, el tío y su primos, se pusieron medio melosos y comenzaron a acercarse al joven familiar que había llegado a visitarlos, pero no por nostalgia sino por otros motivos más promiscuos.
Según lo denunciado por el muchacho, de oficio talabartero, en un momento dado, su tío y su primo se pusieron a diestra y siniestra, tras lo cual ambos comenzaron a acariciarle las piernas, lo que sorprendió al joven, pues esos toquecitos comenzaron a ir en dirección a sus glúteos.
“¡Paren!” “¿Qué hacen? No jodan, dejen de molestar”, se quejó el joven a sus familiares, quienes en respuesta directamente lo taclearon, para luego su primo tratar de inmovilizarlo con una pala, tras lo cual el tío comenzó a intentar bajarle el pantalón.
En esos momentos, el joven sacó fuerzas y comenzó a lanzar puntapiés, acción que tuvo su resultado, pues en un momento su tío y primo lo soltaron, oportunidad en que el muchacho se abrochó el pantalón y huyó de la casa de su tío directamente a la subcomisaría de Las Costas, donde denunció lo sucedido y cómo fue que se salvó de una violación segura a manos de sus parientes, quienes, al parecer, creyeron que estaba alcoholizado, y que sería presa fácil.
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