Así lo expresó el ex fiscal de la Corte de la provincia de Salta, Alejandro Saravia, quien además consideró que el kirchnerismo desperdició la mejor oportunidad que tuvo Argentina en su historia.
Este 30 de octubre se cumplieron 41 años de la vuelta de la democracia. Un día como hoy, pero de 1983, los argentinos asistían a las urnas para votar a sus representantes luego de largos años de dictadura. Sin embargo, aún los ciudadanos creen que hay una deuda histórica.
Al respecto, el ex fiscal de la Corte de la provincia de Salta, Alejandro Saravia, contó que desde su punto de vista la principal diferencia es que en esos momentos el mensaje que enviaban los líderes políticos era de esperanza, paz y unidad. Sin embargo, ahora existe un régimen con dos ingredientes totalmente distintos: la ira y los algoritmos.
Aseveró que si bien se trata de “un día para festejar, no hay que perder de vista lo que es nuestra historia contemporánea que se inicia en los ´30 con la crisis aquella que nos desaloja del mundo pero nos desaloja doblemente, porque nos desaloja desde el punto de vista económico pero también desde el punto de vista institucional. Eso trajo como consecuencia un modelo de desarrollo económico caracterizado por la sustitución de importaciones, porque la sustitución de importaciones no se inicia con Perón, Perón la profundiza”.
Luego destacó que el presidente Raúl Alfonsín “lo que hizo fue cerrar el capítulo que se abrió desdichadamente en los 30 de golpes militares, gobiernos civiles débiles y de un populismo de Perón en el cual las instituciones estaban puestas al servicio del modelo político, entonces a Alfonsín le tocó eso, fue exitosa la gestión de Alfonsín tal es así que a pesar de los avatares desde el punto de vista económico y desde el punto de vista social llaman la atención en el mundo que las instituciones jurídicas y las instituciones políticas sean tan vigorosas, que aguanten todas las crisis que aguantamos. Esto quiere decir que la gestión de Alfonsín si la medimos por su mandato que era recuperación de las instituciones, fue exitosa, lo que no fue exitoso obviamente, fue desde el punto de vista económico pero acá tenemos que subrayar algunos detalles que los analistas olvidan que es al situación económica en la que recibe al país Alfonsín”
Respecto a ello mencionó que Alfonsín “lo recibe al país en default, saliendo de una derrota de la única guerra internacional perdida por Argentina con el drama de los derechos humanos, con el drama de que los milicos estaban levantiscos todavía, tanto es así que el exitoso plan austral fracasa cuando tras planeos militares les tiene que subir el sueldo a las fuerzas armadas, era el pedido del estímulo salarial, se vinieron todos los gremios que van a ser y morir peronistas. El triunfo de hace 41 años fue la primera derrota del peronismo en elecciones libres, entonces hay que mesurar eso”.
Saravia volvió a la actualidad y se refirió a los discursos cargados de ira y bronca de algunos líderes políticos: “La ira es la que representa la bronca y el hartazgo de las personas que esperaron determinadas cosas de la democracia y la misma “no se las otorgó”. Por lo tanto, dichas manifestaciones comenzaron en Italia y aún continúan de la mano de Georgia Meloni. A su vez, otros casos son Donald Trump, el partido Vox en España y los chalecos amarillos en Francia”.
Dijo que algo muy parecido sucede con Javier Milei en Argentina, aunque según Saravia, “si continúa en su derrotero de agravios y violencia verbal, esto va a terminar mal”, dijo.
“Va a terminar mal porque apuesta al efecto derrame por vías de inversiones externas extractivistas que únicamente solucionan los problemas sociales con lo que excede o con las sobras”, explicó.
Saravia insistió que la “deuda histórica” de la democracia es el desarrollo, y él responsabilizó a los 20 años de kirchnerismo por las oportunidades perdidas y pidió que los referentes “lo asuman” de esa manera.
“Desperdiciaron la mejor oportunidad que tuvo la República Argentina en toda su historia desde 1810. Uno sale a cualquier ruta y están destrozadas, al igual que los trenes, los aviones, los aeropuertos, todo”, concluyó.
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