Sociedad

“La nueva política es ira y algoritmo”Giuliano da Empoli habló sobre “El Mago del Kremlin”, Milei y Santiago Caputo

El escritor y ensayista ítalo-suizo trazó un panorama sobre los desafíos que proponen los liderazgos populistas y la tecnopolítica. Su mirada sobre el presidente argentino y su asesor. El impacto de los celulares en la política y la comparación de las democracias y los gatos negros.

El escritor ítalo-suizo Giuliano da Empoli aseguró que “la nueva política es ira más algoritmo”, abordó los desafíos que plantean los nuevos liderazgos a las democracias representativas en todo el mundo, apalancados en plataformas de internet que favorecen la polarización y las posiciones extremas. El autor de “Los ingenieros del caos” y “El Mago del Kremlin” es una de las voces más escuchadas en análisis político y un intelectual de prestigio global porque logró describir con igual maestría fenómenos de enorme complejidad mediante el ensayo y la ficción.

“Cuando escribes no ficción hay un límite. Se puede describir lo que se sabe, pero no se puede ir más allá. Yo quería meterme en la cabeza del personaje y la única manera de hacerlo realmente fue a través de la ficción. Escribí una ficción para acercarme a la realidad, no para alejarme”, afirmó el escritor, en una charla ofrecida a sala llena en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) del barrio porteño de Palermo. Su libro expone cómo la literatura a veces anticipa la historia y, otras tantas, moviliza a hombres y mujeres a convertir las fantasías en hechos y los personajes en personas. Son libros que parecen escritos para explicar la victoria de la Javier Milei o que modelan el ascenso de una figura como la del asesor Santiago Caputo.

Giuliano da Empoli empezó la charla con la definición que encabezó este artículo: “La ira es algo que siempre ha estado ahí, forma parte de nuestras sociedades y crece en tiempos de crisis. Pero incluso cuando no hay ninguna crisis en particular, la ira está ahí y siempre ha sido explotada en la política (…) La tecnología tiene un impacto en la política. Lenin solía decir que el comunismo era ‘soviet más electricidad’. Y creo que la nueva política es ‘ira más algoritmo’”.

En la charla, el autor abordó cómo “Los ingenieros del caos” -que surgió a propósito de la irrupción en Italia del movimiento Cinco Estrellas mediante la interacción de propagandistas, nerds y tecnología- lograron “aplicar a la política el funcionamiento de las plataformas de internet” y generaron un manual de procedimientos que desde ese Europa se exportó al mundo.

“A las plataformas de internet no les importa lo que es verdad, lo que es fake, lo que está bien, lo que está mal, lo que es bueno, lo que es malo, todo eso le da igual. Lo único que les importa es el engagement. Cuánto interactúas, cuánto tiempo pasas en la plataforma, cuántos likes, cuántos retweets”, explicó Da Empoli y agregó: “El algoritmo en la política de ‘Los ingenieros del caos’ es simplemente aplicar este método básico a la política. Es el mismo principio: crear engagement, no se trata de coherencia, ni de verdadero o falso. Tiende a ir al extremo porque esto es lo que funciona mejor en el sistema de plataformas de Internet. Y crea consenso y atención yendo al extremo, no moviéndose hacia el centro”.

“En la vieja política, si querías tener una mayoría, lo que tenías que hacer en un momento dado era hablar con todo el mundo. Incluso si tenías elementos muy radicales dentro de tu partido o dentro de tu movimiento, necesitabas suavizarlos porque necesitabas convencer al votante medio para que te votaran, si querías una mayoría, si quería gobernar, de lo contrario te quedabas con una pequeña cosa en el extremo”, recordó.

En cambio, “hoy en día, en la política cuántica, ya no funciona así. Si tienes un mensaje medio, puede tener mucho sentido, la mayoría de la gente puede estar de acuerdo, puedes plantear una declaración razonable sobre economía, sobre seguridad o inmigración -un tema muy importante en Europa y en los EEUU- pero en las redes sociales y en Internet, esto es tal vez tendrá dos me gusta, tal vez tres retweets. Nada”.

“Ahora, vas con algo extremo y ahí recoges no solo la energía de todos los que están de acuerdo contigo, sino especialmente la energía de los que están en tu contra. Es especialmente su energía, sus retweets, su indignación la recoges. ‘Mira esto’, ‘Esto es escandaloso’, ‘¿Qué está diciendo?’, ‘¿Lo dice en serio?’, ‘Pero esto es violento, no podemos aceptarlo’. Esto también produce energía, también produce engagement, que es el único criterio”, explicó.

Y completó: “Esta es la forma de generar hoy energía en la política por una razón muy fácil, y es que el debate se ha trasladado a otra parte. Estamos aquí, discutimos sobre política, estamos en Argentina, en una democracia, una democracia liberal donde se aplican reglas. Hay algunas cosas que no puedo hacer: no puedo acercarme y golpearte con mi micrófono si no estoy de acuerdo contigo porque hay reglas. Lo mismo ocurre en los medios de comunicación, diarios, TV”.

Según Da Empoli, “cuando estás en Internet, en las redes sociales, cuando estás en el lugar donde tiene lugar la mayor parte de nuestra vida pública e incluso privada, hoy en día ya no estás en Argentina: estás en Somalia, estás en un Estado fallido donde hay señores de la guerra que imponen sus reglas. Lo hacen porque tienen sus dominios sobre partes de él, y ganan dinero con ello, y no se aplica ninguna de las reglas previas. Cuanto más trasladamos nuestra vida y nuestro debate político a un Estado fallido, como es Internet y las redes sociales, que son como Somalia o Yemen, más problemas tenemos para mantener la dinámica democrática liberal en su lugar”.

En base a este procedimiento, el escritor ítalo-suizo describió que “la forma de adquirir poder hoy es poner en discusión el fundamento de ese poder”, el establishment, la política o “la casta” que perjudica a “la gente”. O como dirían los militantes libertarios “la gente de bien”. Para el autor, a estos líderes extremos, líderes populistas o nacionalistas no se les debe juzgar porque “no podrán cumplir sus promesas en economía, en seguridad, en inmigración”, como tampoco es una buena idea creer que “por eso perderán el poder”.

“La primera promesa de este tipo de líder es la humillación de la casta. Es la humillación del establishment. Y mientras pueda mantener esa promesa, esta será una poderosa energía para mantenerse en el poder y eventualmente volver al poder si lo pierden, porque es la promesa número uno y está por encima de cualquier material o elemento concreto”, afirmó el autor y ex político, que aclaró que no estaba del todo seguro que ese planteo pueda aplicarse al caso de Argentina. “Aquí han tenido tantas crisis y la situación es tan difícil en algunos aspectos que puede ser que aquí sea un poco diferente”, dijo.

De todos modos, el Giuliano da Empoli se refirió a que esa actitud agresiva contra “la casta” puede tornarse peligrosa cuando traspasa los límites de la violencia, como los dichos sobre Cristina Kirchner y el cajón o las descalificaciones a la prensa. “Cuando tienes una declaración violenta como las que hace el presidente muy a menudo, hagas lo que hagas estás atrapado. Como medio de comunicación, si reaccionas con indignación diciendo ‘esto es inaceptable, esto es terrible, no debería estar diciendo esto y lo otro’, le estás ayudando -porque de eso se trata- estás amplificando su mensaje, que tal vez al principio sólo se limitaba a sus seguidores en X, hace que crezca”.

“Por otro lado, si lo ignoras, entonces lo estás normalizando, estás diciendo ‘está bien, así es como hablamos ahora’, o ‘podemos amenazar con violencia física, podemos hacer todo tipo de cosas, y el presidente puede hacerlo, es normal’”. “Puedo ser pesimista”, respondió el escritor, aunque resaltó que hubo ejemplos en Alemania, donde se enfrentaron a los partidos de extrema derecha con relativo éxito. “Se produjo una verdadera reflexión colectiva en los medios de comunicación sobre cómo hacer frente a esto. Fue interesante, pero la extrema derecha está creciendo mucho. No hay un antídoto fácil”.

Giuliano da Empoli habló sobre el impacto en Argentina de “El Mago del Kremlin” y cómo llegó a relacionarse ese título con el poderoso asesor presidencial, Santiago Caputo, que integra el mentado “triángulo de hierro” con el que Milei conduce su gobierno. La mención es pertinente porque en esa brumosa superposición entre realidad, ficción (y también algo de mito) le gusta habitar al influyente consultor con despacho en Casa Rosada.

“He leído esto en la prensa, pero no recibí cartas de él como fan”, aclaró entre risas el escritor en la charla que dio en el MALBA respecto a la supuesta conexión entre Caputo y el personaje principal de su libro Vadim Baranov, un sofisticado y ubicuo consejero que le ayuda a construir el poder absoluto a Vladimir Putin. Una de las cuentas innominadas de X atribuidas al asesor usó en 2023 el nombre “Nicolás Brandeis”. Es el mismo pseudónimo que inventó Da Empoli que inventó Baranov para contarle a los rusos lo que pensaba Putin, el nuevo zar, que promete restaurar la utopía retrospectiva del poder total. Una evocación borgeana.

“Me inspiré en un personaje real para escribir mi libro de ficción ‘El Mago del Kremlin’. Es un personaje bastante interesante que se llama Vladislav Surkov, que estaba en el séquito de Putin, de agentes de los servicios de inteligencia, el Ejército y empresarios poco fiables. Allí había un tipo un poco diferente, que estudió teatro en Moscú, tenía posters de raperos en las paredes de su oficina y escribía novelas bajo un seudónimo”, contó Da Empoli.

Surkov (Baranov en la ficción) “parece casi interpretar su papel de spin doctor -propagandista- como una representación artística, como un arte contemporáneo o como una representación teatral contemporánea. Es un personaje real y pensé que podría ser una forma interesante de intentar entrar en la realidad de Putin. Me inspiré en la realidad para producir una ficción”.

“Iba a escribir un libro de no ficción, que podría haber estado en ‘Los Ingenieros del Caos’, que son personajes reales haciendo cosas reales. Pero al final, quise convertirlo en ficción, porque cuando escribes no ficción, hay un límite. Se puede describir lo que se sabe, pero no se puede ir más allá. Y yo quería meterme en la cabeza del personaje y la única manera de hacerlo realmente fue a través de la ficción. Escribí una ficción para acercarse a la realidad, no para alejarse”, explicó.

También resaltó que “la realidad tiene una gran ventaja sobre la ficción, y es que no tiene por qué tener sentido. Si escribes ficción, tienes que hacerlo. La historia tiene que tener sentido de alguna manera, porque si no lo haces, pierdes a tu lector. La realidad no tiene este problema, por eso creo que la realidad es siempre más fuerte que la ficción”.

Trump y las cuatro claves

Durante su exposición y para ejemplificar los nuevos liderazgos y cómo se relacionan en el ámbito político con sus electorados, Da Empoli recordó un acto de Trump en Colorado en la campaña presidencial anterior, donde brindó un discurso en el que afirmó: “Estoy construyendo un muro maravilloso para proteger Colorado de los migrantes; la frontera de Colorado estará a salvo de esos criminales mexicanos’”.

El escritor resaltó que la gente se dio cuenta al instante que no había contacto geográfico entre esos territorios, y que la única frontera era la de Colorado con Nuevo México, que es un Estado parte de los EEUU. “En la vieja lógica lo criticaron, pero en la nueva lógica Trump tuvo varios logros con ese discurso. No fue una estrategia, cometió un error, no es por súper inteligente, pero logró cuatro cosas:

Número uno: todo el mundo estuvo hablando de su muro de nuevo, todo el mundo twitteando sobre ello, hablando de ello, incluso para decir “es imposible hacerlo allí”.

Número dos: todas las élites estuvieron indignadas, periodistas y demócratas indignados, republicanos respetables avergonzados. Eso fue perfecto para Trump porque era todo el establishment, “la casta”, en su contra, justo lo que pide su gente.

Tercer logro: en política, todos dicen ‘no puedes hacer esto, ni aquello, hay límites, no se puede hacer nada’. Trump tiene una voluntad política tan fuerte que propone construir un muro en una frontera que no existe. Revalorizó la voluntad política para su gente, que dice “bueno, este tipo, ya sabes, está dispuesto a hacer realmente cualquier cosa”.

Y cuarto: para saber que no hay frontera entre Colorado y México, no hay que creer en Trump, es un hecho. Pero para creer que Trump está construyendo un muro en una frontera que no existe se necesita ser parte de una tribu, de un grupo unido para creer eso, tener pertenencia con gente que a menudo está privada de derechos, aislados”.

Es una anécdota que hace juego con ideas y situaciones que enfrentó Milei durante la campaña y, luego, después de haber asumido, sobre todo con las burlas y desprecio a sus ideas sobre la dolarización, el incendio del Banco Central, cortar los vínculos con China o no aumentar un solo impuesto más.

Da Empoli también analizó cómo los celulares generaron comportamientos que terminaron teniendo una traducción política indudable. “El efecto político de esto -dijo señalando el teléfono móvil- va mucho más allá de las redes sociales y las cosas que, por lo general, solemos hablar. ¿Cómo usamos el celular? Lo usamos para obtener respuestas: cualquier cosa que no recordamos o no sabemos, vamos aquí, buscamos una respuesta y la obtenemos inmediatamente. Estamos menos dispuestos a aceptar las respuestas de otras personas o a aceptar que alguien tenga una respuesta cuando nosotros podemos encontrarla inmediatamente. Lo segundo es que obtenemos servicios: quieres pedir algo, una comida, un libro, lo que quieras, cualquier cosa, haces clic y lo consigues. Y es inmediato”.

Frente a estas facilidades, “¿qué es este proceso político que toma tanto tiempo y no proporciona respuestas inmediatas, ni servicios inmediatos y es mucho más ineficiente en comparación con lo que estamos acostumbrados con ‘esto’”, afirmó el escritor agitando un viejo iPhone. Da Empoli también subrayó un acto tan “normal” y poco sofisticado como el acto de sacarse a sí mismo una fotografía con el teléfono móvil. El factor selfie entraña para el escritor un efecto tan corrosivo como inadvertido: “Estamos con alguien famoso, en un entorno hermoso y lo que hacemos es tomarnos una foto de nosotros en el entorno o la persona. Se trata de nosotros, el teléfono es en realidad un espejo que tiene que reflejarnos todo el tiempo”.

“La democracia representativa no es amigable con las selfies. No pone a cada uno de nosotros en el centro de la imagen”, afirmó el autor y recordó un dato que incluyó en el libro “Los ingenieros del Caos” sobre los gatos negros y la comparación con las democracias de estos tiempos.

“En refugios de animales del Reino Unido se comenzó a notar que ya nadie adoptaba gatos negros, que todos los gatos negros eran abandonados. Empezaron a investigar y se comprobó que la gente ya no quiere gatos negros. Después de un tiempo se entendió que la razón es que no salen bien en las fotos y en las selfies. Es una cosita negra borrosa que no es fotogénica, comparada con los gatos blancos o de otros colores, que son mucho mejor para selfies y para fotos”, explicó.

Y sobre esto hizo una comparación que llamó la atención: “Creo que la democracia representativa es un poco como un gato negro”, porque tiene dificultades para ser “compatible con un nuevo entorno en el que la interfaz que hemos elegido para todo, para nuestra relación con el mundo, nuestra comprensión al mundo para nuestras interacciones entre las personas que se conocen y amigos para incluso nosotros mismos”.

Más aún porque estos dispositivos “están evolucionando, se están volviendo más inteligente y satisfará nuestros deseos cada vez más; están cambiando nuestra relación con el mundo. Y veremos qué pasa con la democracia liberal en este contexto. Pero es un enorme desafío”, consideró el escritor en la charla que organizó la Editorial Planeta y Ñ.

Si bien la reflexión hizo referencia a Italia su mirada no desentona con la Argentina. Hay entre ambos países una identificación que siempre sobrevuela: la de Giorgia Meloni y Javier Milei. “El nivel de violencia, el nivel de insulto, el nivel de lo que es aceptable, hoy es más amplio, hay una degradación constante de la esfera pública. Hoy en Italia, tenemos un partido en el poder que se considera casi normal, pero no lo es. Es un partido que era el 3% hace cuatro o cinco años. Fratelli d’Italia, que ahora gobierna Italia, tenía un 4% en las urnas”.

“Este partido está ahora en el poder simplemente porque fue percibido como ‘no involucrado con el poder’. Y como era tan de extrema derecha que, ya sabes, nunca habían estado en el poder. Es un partido escindido del partido post-fascista en Italia. ¿Pero que se convirtió en un partido de gobierno con Berlusconi? Y luego hubo una pequeña parte que se divorció porque no estaban de acuerdo con convertirse en un partido de gobierno normal. Querían estar más cerca de sus raíces. Y ese es un partido que ahora está en el poder en Italia. Así que es algo bastante radical”, explicó.

“Pero en el contexto italiano, ahora es normal. Y los italianos están contentos porque dicen: «Ahora tenemos un sistema estable». Y mira a los franceses. Es un desastre. Mira a los españoles. Es un desastre. Mira incluso a Alemania. No muy bien. Mira a los británicos. Es un desastre lo que tenemos ahora. Así que todo el mundo está feliz por ello. Pero no es realmente normal. Es la extrema derecha la que ha sustituido a lo normal. Esto es lo que está pasando en tantos contextos, de tantas maneras diferentes. Pero en realidad es la extrema derecha reemplazando a la derecha normal”, continuó.

El desafío de los moderados

“Lo siento”, respondió Giuliano Da Empoli cuando le preguntaron en el cierre de su presentación cuál era el mensaje que podían recibir aquellos sectores moderados que vienen evitando caer en las diversas antinomias que imperan en el ámbito social y político. Pero a renglón seguido recordó que la razón cuando escribió “Ingenieros del Caos” fue para “entender la lógica”, siendo él mismo un moderado y “se ven cosas que parecen locas”.

“Eso es lo que realmente me pasó a mí cuando trabajaba en el gobierno en Italia y vimos surgir Cinco Estrellas, y todo el mundo decía, ‘apesta, es una locura, no saben nada, no tienen experiencia’. Y la gente los ama. Mi idea fue ‘vamos a tratar de entender la lógica’ que debe haber una lógica. No puede ser, ya sabes, no puede ser, simplemente no existe. Es muy tonto, siempre ‘es un gran error considerar que tus enemigos o tus adversarios son estúpidos o locos o lo que sea’”.

“Si piensas que no son tan estúpidos, al final probablemente perderás. Pero tienes que entender cuál es su forma de inteligencia. Y es por eso que empecé a investigar esto. Y en realidad los ingenieros del caos al principio, era sólo una nota que escribí para el primer ministro, que yo estaba asesorando en ese momento sobre el Movimiento Cinco Estrellas. Necesitas ser capaz de hacer política. Es demasiado fácil decir ‘oh, bueno, perdí por ‘Los ingenieros del caos’. Necesitas ser bueno en el trabajo político básico de conectar con la gente, de trabajar también, no sólo en el lado racional, sino también en el emocional”.

“Esta es una historia de política, y un mensaje positivo siempre ha sido más difícil de transmitir que un mensaje negativo. Pero esta es la historia de la humanidad: estás en la sabana, y así funciona el cerebro; es más importante ver al león que admirar la puesta de sol. Nuestro cerebro está cableado para ver lo negativo, para ver el peligro. Es lógico. Por eso nos atrae lo negativo. Siempre pierdes energía cuando te vuelves positivo. Porque nuestro cerebro no está hecho para lo positivo. Pero quiero decir, siempre tuvimos líderes y partidos políticos y experiencias que fueron capaces de hacer esto. Y volverá a ocurrir. Está sucediendo en este mismo momento. No es algo que sea una batalla perdida”, concluyó tras una hora y media de charla, con una ovación.

Fuente: Infobae

 

Agregue un Comentario

Click aquí para agregar un comentario

CADENA 365 EN TU CELULAR

Descarga nuestra app para Android

Encuestas

¿Que expectativas te generan las medidas propuestas por Javier Milei?

Resultados

Cargando ... Cargando ...

Fotonoticias

Noticia sorprendenteEl mamífero que pensaban que estaba extinto y fue avistado por primera vez en 24 años
Ver anteriores