Se trata de una iniciativa que tuvo respaldo de 193 países en la Asamblea General y que establece reformas a la estructura de Naciones Unidas, pero también compromisos y acciones y un Pacto Digital, con regulaciones a las redes y la inteligencia artificial. Las diferencias que tiene la administración libertaria.
“Argentina será un Faro de Libertad”. Con esa definición, en el gobierno de Javier Milei celebraron anoche haber sido el único país que decidió salirse del “Pacto del Futuro”, un acuerdo aprobado en la Asamblea General de Naciones Unidas con apoyo de 193 países, que estableció compromisos para reformar las instituciones internacionales y aplicar 56 acciones y más de 100 propuestas de cambio para garantizar el crecimiento, la igualdad y garantizar sociales, políticos y económicos para las generaciones presentes y futuras. También incluyó un extenso capítulo denominado “Pacto Digital”, que plantea la necesidad de regular las redes sociales, las empresas tecnológicas y la inteligencia artificial.
Fue la primera decisión de alcance global que tomó la Casa Rosada, ejecutada tras un discurso pronunciado por la canciller Diana Mondino, que llegó acompañada por el experimentado diplomático Ricardo Lagorio y el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, designado en ese cargo para dinamitar cualquier participación argentina en la Agenda 2030, que los libertarios tienen como principal objetivo de su batalla cultural.
Hoy en la ONU nos disociamos del Pacto del Futuro. Elegimos un mundo mejor para cada uno de los niños, hombres y mujeres que habita nuestro suelo. Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas. Argentina será un Faro de Libertad”, expresó Mondino en sus redes sociales, tras el Plenario de la Cumbre del Futuro en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Fue una declaración que divulgó en su cuenta de X la posición formal que brindó momentos antes en su discurso ante el pleno de la ONU: “La Argentina está decidida a trabajar en un marco de libertad para los individuos, que puedan tomar sus decisiones y ser responsables de sus acciones bajo reglas de juego parejas para todos. Queremos enfrentar los retos del terrorismo, las amenazas a la integridad territorial, a la democracia, a la seguridad internacional y al desarrollo económico. Para ello, tomamos como guía los propósitos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Los desvíos respecto a estos propósitos y principios generan problemas no sólo al propio país -que pierde su propio faro de libertad- sino para los que con él interactúan”.
Creemos que el modelo que puede hacerlo es el de la libertad económica. El hambre se acaba garantizando más comercio y no menos. Y se logra el desarrollo profundizando el respeto por las instituciones, fundamentalmente priorizando el respeto por la propiedad privada”, afirmó la ministra, y agregó: “En ejercicio de esa libertad, mi país quisiera recordar que agendas como esta están compuestas por aspiraciones jurídicamente no vinculantes y que cada Estado, en el ejercicio de su soberanía, tiene derecho a interpretar y perseguir con autonomía, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo de cada uno y respetando sus políticas y prioridades nacionales, tal como ya lo dispone la Resolución 70/1 de la Asamblea General”.
Y agregó: “Muchos de los puntos de este Pacto, con sus anexos, presentan reservas y objeciones o son retardatarios de la nueva agenda de Argentina. Estos documentos se vienen trabajando desde el 2022 con otro gobierno y el actual gobierno argentino se encontró con las negociaciones ya avanzadas. Aun así, propusimos acciones constructivas que no siempre fueron tomadas en cuenta y eso nos lleva a disociarnos. Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina porque, por el contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”.
Fuente: Infobae
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