Rodrigo de Loredo, Alfredo Cornejo y Luis Petri, entre otros, cuestionaron la decisión de la Convención Nacional sobre los legisladores radicales que apoyaron el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria, pese a que habían votado a favor en junio.
Luego de que la Convención Nacional del radicalismo decidiera en la tarde del lunes suspender preventivamente las afiliaciones de cuatro de los cinco diputados nacionales que se reunieron con Javier Milei y votaron a favor del veto a la ley de movilidad jubilatoria, diferentes líderes y dirigentes de la Unión Cívica Radical cuestionaron la decisión del “órgano legislativo” radical que dirige Facundo Manes, y apuntaron contra el propio presidente del centenario partido, Martín Lousteau.
La decisión de la Convención Nacional se dio a conocer a través de un comunicado. Allí se estableció una medida disciplinaria para Mariano Campero (Tucumán), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén) por haber ayudado al Gobierno a conseguir el veto de la mencionada medida, pese a que en primera instancia habían votado en favor de la nueva ley que establecía un aumento mayor en las jubilaciones.
“Ante este jaque, ratifico que pocas veces en mi vida actué con tanta convicción, como cuando decidí blindar el equilibrio fiscal de este Gobierno. La defensa de las instituciones es dejar gobernar”, formuló con duras críticas Campero a través de su cuenta oficial de X. “A Alfonsín, a De la Rúa y a Macri no los dejaron gobernar. Con Alberto Fernández, que tuvo el peor índice de jubilaciones de los últimos 20 años, ningún kirchnerista dijo nada. Ningún kirchnerista. Y no estoy hablando solamente de los peronistas. También hay radicales kirchneristas”, aseguró.
En la misma línea, Campero continuó y recordó el pasado como ministro de Economía de Cristina Kirchner de Lousteau: “En Tucumán, jugué el ballotage con Milei. El 80% del radicalismo jugó con Massa. ¡Públicamente, el radicalismo jugó con Massa! Y una más: no son dueños del partido. No tienen derecho a expulsar a diputados votados por los ciudadanos en la boleta Bullrich-Petri. Los que hoy piden expulsiones quieren volver al país que dejó el kirchnerismo. El ministro de “la 125″ quiere una Argentina kirchnerista. No retrocedamos 20 años”.
Por su parte, el presidente del bloque de UCR en Diputados, Rodrigo de Loredo, consideró que la medida fue irresponsable y selectiva. “No es la primera vez que miembros del Bloque votan de manera diferente. Ni en Diputados ni en Senadores”, postuló y siguió: “No tiene ningún efecto directo sobre el Bloque de Diputados Nacionales de la UCR. Cualquier decisión sobre la conducta de los diputados que integran nuestro Bloque será tomada entre los pares, buscando siempre los consensos y sin posturas sesgadas dentro de un partido que incluye pluralidad de miradas”.
El secretario general del órgano, Hernán Rossi, -que integra la cúpula directiva junto a Manes- decidió elevar los casos de los legisladores al Tribunal Nacional de Ética del radicalismo, para que analice sus casos, y fue quien salió a responder las críticas. “Selectivo parece que sos vos que te indignas porque aplicamos la Carta Orgánica pero nada dijiste cuando los diputados del bloque del que sos presidente se sacaron la foto sonrientes en Casa Rosada tras revertir en términos ridículos su posición sobre la ley de movilidad jubilatoria”, le recriminó al diputado cordobés. “Y si antes votamos divididos, es tiempo de dejar de hacerlo, recuperar nuestra identidad y volver a ser un partido”, sumó.
Asimismo, el exgobernador de Mendoza y referente de la UCR, Alfredo Cornejo, que goza de buena relación con Milei, estimó que la actuación de la Convención Nacional se asemejaba a la de una agrupación universitaria. “La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal. Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, narró en X.
La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal.
El propio Rossi salió a la carga y le contestó: “Que bajo concepto de las agrupaciones universitarias, viniendo vos de una. En cuanto a las sectas y a las purgas: ni las unas ni las otras: aplicación de la ley del partido que es la Carta Orgánica. A partir de ella se habla, se acuerda, se conversa, no después de pisotearla. Sería como defender la Constitución después de violar la Constitución!”.
En el ida y vuelta se involucró otro mendocino, que desde el 10 de diciembre de 2023 se alió con el Gobierno: el ministro de Defensa, Luis Petri. “Lo advertí”, dijo. “Se creen los dueños de la UCR. ¡Una decisión cargada de intolerancia! ¿Van a echar y suspender a todos los que apoyan al Gobierno Nacional? En dos semanas con esta conducción nacional la UCR se queda sin afiliados. Los fracasos de la conducción nacional del radicalismo buscan ser tapados con linchamientos a quienes discrepan de ella”, escribió.
Lo advertí, se creen los dueños de la UCR. Una decisión cargada de intolerancia! ¿Van a echar y suspender a todos los que apoyan al Gobierno Nacional? En dos semanas con esta conducción nacional la UCR se queda sin afiliados.
El exsenador nacional de la UCR Luis Naidenoff opinó que la decisión fue “desproporcionada e innecesaria”. Nuestra responsabilidad es conducir el partido respetando las diferencias como viene ocurriendo en ambas cámaras en todo este tiempo. No hay pensamiento único en la UCR”, explicó.
Los cuatro diputados cuya afiliación fue suspendida, junto al correntino José Tournier -el quinto que votó a favor del veto, pero que no está afiliado a la UCR-, fueron claves para que Milei pudiera sostener el veto a la ley de movilidad jubilatoria que había sancionado el Congreso por amplia mayoría en ambas cámaras legislativas.
Los cinco habían votado a favor del proyecto en junio, cuando la UCR impulsó la iniciativa, pero cambiaron de postura tras visitar, de la mano del libertario Martín Menem, presidente de la Cámara baja, el martes de la semana pasada la Casa Rosada y entrevistarse con el jefe del Estado. Al día siguiente, votaron en contra de la insistencia en la ley e impidieron que Diputados alcanzara la mayoría de dos tercios de los presentes que exige la Constitución para que el Congreso pueda torcer un veto presidencial. Además se supo que Milei invitó este martes a los 87 diputados que le dieron el triunfo legislativo a comer un asado con él en la Quinta de Olivos.
Fuente: La Nación
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