El falso abogado cobraba una mensualidad de la comuna vaquereña. Uno de sus mejores amigos dijo que Darío era un «pitbull».
La causa de Darío Esteban Monges sigue desarrollándose en el Tribunal Oral Federal 1 de la capital salteña. Se estima que las audiencias continuarán por lo menos hasta fin de año, mientras se sigue ventilando lo ocurrido con el falso abogado de 40 años, acribillado de cinco tiros en la cabeza en septiembre de 2022.
Hace más de un mes comenzó el juicio en el TOF 1 ubicado en calle España y Dean Funes de la capital salteña. Todos los jueves se debate acerca del violento asesinato que sufrió Monges, su cuerpo fue hallado el 3 de septiembre de 2022 dentro de una camioneta EcoSport en el barrio El Círculo, atrás de la empresa Metalnor, zona sur de Salta capital.
Los imputados son tres, un padre y sus dos hijos: Roberto Catalino, Santiago y David Bejarano. Están acusados por el delito de «homicidio agravado por alevosía, por el número de intervinientes y por el uso de arma de fuego, en grado de coautores». Se encuentran detenidos en la Alcaidía General desde el 6 de octubre de 2022.
Entre los testigos que pasaron frente al tribunal compuesto por Liliana Snopek (presidenta), Santiago Díaz y Marcelo Juárez Almaraz, se encuentra el abogado y amigo desde la infancia de Darío Monges, el doctor Maximiliano Montaldi, quien en su alocución y respondiendo a las consultas del Ministerio Público Fiscal Federal, encabezado por Eduardo Villalba, y la defensa de los Bejarano, a cargo de la doctora Clarisa Galán, dio detalles de la víctima.
«Era mi hermano de toda la vida, amigos desde los 12 años», comenzó señalando el letrado frente a los magistrados respecto a Monges a quien describió como una «muy buena persona, incondicional, con grandes gestos como el bajarse del auto para ayudar a alguien. Darío también era muy mentiroso», apuntó.
«En algún momento Darío estuvo complicado –económicamente- y como amigo y padrino de su hijo intenté siempre ayudarlo con trabajos. Él me había comenzado a preguntar sobre la figura del testaferro, me contó que en su relación con los hermanos Moreno –Daniel, intendente de Vaqueros, y Mario, exdiputado provincial- le habían ofrecido ser testaferro de algunas sociedades que tenían», contó Montaldi.
«Unas canchas atrás de la Municipalidad –de Vaqueros- por ejemplo, cobraba una mensualidad por ser testaferro. Equivalía a lo que pagaba por su departamento –en el centro de Salta-«, agregó el abogado y mejor amigo de Darío Monges, quien según dijo «tenía mucha influencia a nivel político en Vaqueros, ahí despierta en él lo de gestor político, tenía muchos contactos, era un `multifueros`».
Las influencias
Para llegar a ser considerado un «gestor político», el hábil Darío Monges vivió rodeado de gente vinculada al poder en Salta. Los hermanos Moreno eran parte de ese entorno, «me llamó la atención que los Moreno en algún momento hayan negado su relación con Darío, tenían una relación extremadamente íntima, uno entiende que puede tratarse por una cuestión política pero no era así, hablaban siete veces al día», apuntó Montaldi.
Con el exsecretario de Seguridad de la provincia, Benjamín Cruz, también mantenía una fluida relación. «Tenía mucha vinculación con los ministerios de Seguridad tanto de Nación como de la provincia, por ejemplo estábamos hablando y me decía ´me tengo que ir a encontrar con Benjamín´. Me consta que tenía los contactos», declaró el amigo de Monges.
Ayuda en un traslado
Montaldi contó que Darío lo ayudó en un caso donde debía trasladar de Salta a Tucumán a un paciente, hijo de un cliente suyo, quien sufría esquizofrenia a causa del consumo de drogas. «Le pedí que me ayudara con el traslado, consiguió que gente de la Brigada interceptara al joven y lo llevaran al Ragone, desde donde luego fue trasladado a Tucumán. Por eso Darío recibió a dinero de hoy 1.500 dólares, decía que era para repartir con policías, gente de la Brigada y enfermeros entre otros».
Tenía contactos en diferentes ámbitos
Los distintos testigos que en algún momento declararon en la causa que se sigue contra los Bejarano, sea en la etapa de la investigación penal preparatoria (IPP) o bien en el marco de la audiencia, refirieron que Darío Monges era de «sacar chapa» con los contactos y las amistades que tenía.
En ese sentido, además de los hermanos Moreno, Daniel y Mario, el exsecretario de Seguridad de la provincia, Benjamín Cruz, también hacia alarde de poder hablar y llevar a cabo algún tipo de acción, sin inconvenientes, con por ejemplo el jefe de la Brigada, y también profesionales vinculados a la política o algún otro rubro.
Según la pareja de Monges, señora Cabezas, cuando le consultaron a qué se dedicaba su compañero, la mujer sostuvo que estaba asentado en el Concejo Deliberante de Salta, pero solía hacer gestión a Mario Moreno, estuvo un tiempo en la Cámara de Diputados justamente cuando éste último era diputado provincial. Al terminar su mandato, Monges también quedó afuera.
Solía organizar eventos boxísticos, él último fue en la localidad de Vaqueros, donde el hermano de Mario, Daniel Moreno, fue reelegido como jefe comunal. «Como tenía muchos contactos hacía gestoría, también trabajó en las habilitaciones municipales», sostuvo la pareja del hombre acribillado a balazos.
«También trabajó con Benjamín Cruz en la parte de seguridad, como tenía experiencia en esa área por haber estado en el Ministerio de Justicia de la Nación, tenía experiencia», sostuvo la mujer.
Fuente: El Tribuno
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