El Presidente anticipó en el Consejo de las Américas que modificará el diseño del Presupuesto para garantizar el déficit cero. Reclamó que la clase política acompañe sus reformas y prometió bajar la carga impositiva cuando la economía crezca.
Al dar su discurso ante empresarios en el Consejo de las Américas, al que asistió con gran parte de su Gabinete, el presidente Javier Milei anunció que el país dejará de tomar deuda nueva y afirmó que su Gobierno no esta dispuesto «a devaluar para arruinar a los argentinos».
El mandatario sostuvo que tiene previsto modificar la forma en la que se diseña el Presupuesto para garantizar que no haya déficit. «El presupuesto se plantea un conjunto de gastos, se hace una estimación de ingresos y de ahí deriva el resultado primario, sale el financiamiento. Nuestra metodología se va a llamar ‘Déficit cero’. Implica que el resultado financiero es cero, por lo que no necesito tomar deuda. Argentina deja de tomar deuda», afirmó. «Se diseña una regla para no violentar el déficit cero, por lo que no vamos a tener déficit fiscal», remarcó.
Milei arrancó su exposición agradeciendo a sus ministros, a los que calificó de «colosos» y destacó que su modelo económico es mencionado en el mundo como «el milagro argentino», en referencia a los elogios realizó días atrás Donald Trump. Luego realizó un repaso de las medidas que tomó desde su llegada a la Casa Rosada, tras la herencia de la gestión de Alberto Fernández. «Era la suma de todos los males, una verdadera papa caliente», sostuvo.
El Presidente anunció en el Council of the Americas que el Gobierno «va a rediseñar la forma en la que se escribe el Presupuesto».
En sintonía con sus últimos discursos, afirmó que la oposición esperaba que actuaran como «libertarados» y que la economía «explotara por el aire en un mes». «Estábamos encaminados a la peor crisis de nuestra historia», agregó y dijo que los pobres hubiesen llegado al 90% y los indigentes al 50%. «Hubiera resultado una verdadera catástrofe».
Tras plantear, una vez más, que su gestión llevó adelante «el ajuste más grande de la historia de la Humanidad», destacó que se alcanzó un superávit financiero a partir de la «enorme gestión» del ministro de Economía, Luis Caputo. «Es la primera vez desde el inicio del siglo XX que tenemos resultado financiero positivo sin estar en default», remarcó y prometió que a medida que la economía comience a crecer va a tomar las medidas necesarias para bajar la carga impositiva.
Al hablar sobre el programa antiinflacionario, en el que volvió a destacar a Caputo, planteó que logró frenar una inflación que según sus cálculos viajaba a un ritmo del 17.000 por ciento anual. «Al quedar la cantidad de dinero fija, empezó a caer el tipo de cambio. La convergencia entre los tipos de cambio paralelos y el oficial se está dando desde arriba hacia abajo y no como históricamente fue en la Argentina, desde abajo hacia arriba. Nosotros no estamos dispuestos a devaluar para arruinar a los argentinos. Vamos a trabajar en cambiarle los niveles de productividad para que no se tengan que empobrecer por culpa de los desaguisados de los economistas de mala calidad y por gobiernos de pésima y peor calaña».
«Nadie tiene más ganas que yo de levantar el cepo», afirmó, pero aclaró que hacerlo sin resolver los problemas de fondo generaría un problema mayor. «No vinimos a hacer demagogia. Vinimos a cambiar las cosas para siempre», agregó y refutó la teoría de algunos economistas de que no se puede crecer mientras siga el cepo cambiario.
En el Council of the Americas, el Presidente apuntó contra los «economistas de mala calidad y gobiernos de pésima y peor calaña».
Sin mencionar a ningún sector en particular, hizo un llamado a que la clase política se sume al proceso de cambio. “Hacemos un cambio profundo, de raíz, que requiere tiempo, que lleva sabiduría. Si queremos que se sostenga en el tiempo, la política debe acompañar. De nada sirve hacer cambios que noa puedan perdurar. Ya lo vivimos: gobiernos que ni pueden sostenerse y generan un daño peor. No estamos dispuestos a repetir esta historia”, agregó.
Al explicar su plan de rediseñar el presupuesto sobre la base del déficit y no tomar deuda, hizo una aclaración: dijo que no considera deuda nueva aquella que se usa para “rollear” (es decir, par pagar deuda vieja). “Una vez que se llega al déficit cero, la relación deuda-producto es no creciente. De cara al futuro tendríamos que ver que se vaya desplomando el riesgo país. Mientras que hubo un sacudón financiero, ¿cuál fue el único lugar que subió y le fue mejor? La Argentina”.
En tanto, en medio del escándalo de Alberto Fernández tras la denuncia por violencia de género de su ex pareja Fabiola Yañez, no hizo una mención directa al exmandatario pero apuntó contra «los que se hacen los paladines de la moral y los defensores de los desahuciados», pero a la larga terminan «siendo los autores de las peores atrocidades».
El Consejo de las Américas
Javier Milei disertó en el cierre del Consejo de las Américas, organizado en el Hotel Alvear. Antes habían expuesto el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la canciller Diana Mondino y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. También habló el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri y los gobernadores Alfredo Cornejo, Rolando Figueroa, Ignacio Torres y Carlos Sadir.
Francos buscó poner en valor los viajes del Presidente al exterior. «Ha establecido la marca argentina en todos los lugares, lugar donde va se ha convertido en una estrella de la libertad económica en el mundo, eso nos parece importante, volver a generar que somos un país con condiciones y posibilidades de desarrollo, de crecimiento y libertad como a fines del siglo XIX y principios del XX”, expresó.
La canciller Diana Mondino afirmó que «Argentina se cerró económica y culturalmente durante mucho tiempo. Y cerrarse significó que no nos permitió saltos en tecnología, ni comprar ni vender más. No pudimos ser una voz potente dentro del mundo».
Al disertar en el Consejo de las Américas, la funcionaria nacional completó: «Argentina tenía una reputación que se fue declinando. Mi aspiración es que Argentina vuelva a tener esa voz, de que cuando habla, lo demás escuchen. Espero que Argentina pueda lograr eso. Es el objetivo máximo».
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